Mañana sábado 15 de junio a las 12,00h se celebra el Pleno de Investidura de la nueva Corporación Municipal, elegida el pasado 26 de mayo.
Los 25 concejales tomarán posesión, previo acatamiento de la Constitución, y procederán a elegir al Alcalde.
Hasta este momento, nada se sabe de lo que mañana pueda suceder de trascendente en el Pleno, es decir, quién será proclamado Alcalde, que acuerdos y entre que fuerzas políticas se han alcanzado para la constitución de un gobierno, en una Corporación en la que ninguna fuerza tiene mayoría.
Nadie sabe nada.
Algunas organizaciones con representación municipal dicen que con ellas directamente ni se ha hablado.
Se desconoce donde se toman las decisiones, o cuando menos donde se debaten, si aquí o en la capital del reino, si en las organizaciones locales o en entes supramunicipales.
Desconocemos también si en la política local hay jefes y lacayos, o democracia participativa como la que practica Barcelona en Comú y Ada Colau.
El silencio, el no sabe no contesta, la ausencia de diálogo o su negación, ningún debate público sobre que hacer estos próximos cuatro años en Sanse… han sido las constantes de este tiempo, de este proceso, que va desde el resultado de las elecciones municipales a la constitución de la nueva Corporación, con su Alcalde a la cabeza.
El tiempo de campaña electoral, es un tiempo de multitud de mensajes, todos ellos dirigidos a convencer a las votantes, a las que elegimos a quienes nos gobiernan, de las bondades de su opción, líder, sigla, o marca. Es un tiempo en el que no se regatea esfuerzo a fin de lograr para sí nuestro voto, nuestra decisión.
Una vez elegidos, quienes tienen opciones de gobierno, en este periodo en el que asuntos trascendentes para quienes votamos, se deciden, no nos cuentan nada, o dicen que nada saben.
¡Qúe desconcierto! ¡Qúe opacidad!
¡Mañana lo sabremos, claro! ¡Qué impaciencia la de algunas!
Está clarísimo desde que se supieron los resultados, Narciso alcalde como lista más votada, la única duda es si los cuñados votarán al superviviente, narciso o abstención, a todos los efectos el resultado será el mismo.