Vienen a por todos.

Hay un poema atribuido Bertolt Brecht, escrito durante la época en la que el partido nazi comenzaba a crecer en Alemania, que al paso del tiempo su lectura nos desvela “que fueron a por ellos, a por millones de ellos, y los sacaron de sus casas y les dieron muerte” Pero lo más lamentable, lo más triste y dramático de esta historia, es que el poema actualmente vuelve a cobrar sentido, porque ahora vienen a por nosotros.

Pero como nosotros no somos negros, ni judíos, ni emigrantes, ni homosexuales, ni comunistas, ni anarquistas, ni libre pensadores, ni animalistas, ni estamos tan siquiera en alguna ONG, seguro que a por nosotros no van a venir. Eso mismo pensó el protagonista del poema al que me estoy refiriendo, pensaba que como él no era de ninguna de estas cosas, y creía además que no había hecho nada que pudiera molestar a los nazis, estaba convencido de que contra su persona no atentarían.

A continuación reproduzco el poema al que he hecho alusión, que muchos conoceréis pero que pocos tienen en cuenta.

Alfonso.

 

Primero apresaron a los comunistas,

y no dije nada porque yo no era comunista.

Luego se llevaron a los judíos,

y no dije nada porque yo no era judío.

Luego vinieron por los obreros,

y no dije nada porque no era ni obrero ni sindicalista.

Luego se metieron con los católicos,

y no dije nada porque yo era protestante.

Y cuando finalmente vinieron por mí,

no quedaba nadie para protestar