Vecinos y comerciantes han manifestado su descontento al ayuntamiento por la instalación de gradas en el recorrido de los encierros. Estrechamiento importante de aceras y la proximidad a la viviendas son algunas de las quejas.
Gradas con capacidad para 1000 personas es la novedad que este año introduce el gobierno tripartito de Sanse para los encierros. Si el pasado año se introdujo el cambio horario, trasladando a las 11 de la mañana la celebración de los encierros, para favorecer una mayor afluencia de público a este «espectáculo», en esta ocasión la instalación de asientos pretende también incrementar el número de espectadores, haciendo más cómoda la fugaz carrera de toros.
Los graderíos han sido instalados en las calles Real, Estafeta, Real Vieja y Postas. Su acceso será gratuito y no estará permitido la reserva de asientos.
Según manifiestan vecinos y comerciantes de la Calle Real, la instalación de las talanqueras que delimitan el recorrido del encierro, tradicionalmente les provocan inconvenientes que en algunos casos les lleva incluso a mantener cerrados sus establecimientos por la dificultad de acceso durante el periodo de las fiestas. «La instalación este año de las gradas móviles reduce aun más el espacio de tránsito por aceras, e incluso en algunos lugares la proximidad a las viviendas es muy grande» por lo que aducen problemas de seguridad.
Han comunicado al Ayuntamiento estas circunstancias y a estas horas aún no conocemos si será retirado o recortado algún graderío.