El diario digital Huffingtonpost ha publicado hoy una carta que firma el presidente de la asociación cultural Colectivo-Rousseau, Félix Alonso. Hasta ahí, todo parece de lo más prosaico. La carta (abierta) está dirigida al director de los Teatros del Canal de Madrid, Àlex Rigola, que presentó ayer su dimisión por la «brutal violencia policial» del 1-O. Y… hasta ahí… todo sigue pareciendo… de lo más prosaico. Pero solo hasta ahí, porque resulta que Félix Alonso, que ahora está jubiliado, ha sido Comisario Principal de Policía. «No nos dejes, Rigola», le dice Alonso en su carta. [Foto].
Somos más los que queremos hablar para resolver todo esto. Somos muchos más. Ahora solo hace falta que nos enteremos. Esloquehay reproduce a continuación esa carta, cuyo original puedes encontrar en Huffingtonpost.com
«Justo cuando voy por la mitad de Antagonía de Luis Goytisolo, y estoy trasladado mentalmente a la Barcelona que conocí y en la que nacieron mis dos hijos, Alex Rígola va y me dimite de los Teatros del Canal por la actuación policial del 1 de octubre. La policía no es quien para privarme de tus montajes, no es justo que no podamos ver al Tio Vania por su culpa.
Alex, te cuento algunas cosas: he sido Comisario Principal de Policía; siendo jefe de la Comisaría de Usera-Villaverde me tuve que enfrentar a la orden de desahucio de una familia decretada por un juez, el coche-patrulla desplazado al lugar me informó de que los vecinos habían rodeado su casa y era imposible entrar. Hablo con el juez, en este caso la jueza Manuela Carmena, para pedirle que me autorizara a realizar su requerimiento en otro momento y me encuentro con una respuesta tajante:»Hay que cumplir la ley de forma inmediata», insisto en que se puede producir violencia, que era mejor esperar el momento adecuado…
No te quiero cansar, pero fui relevado para hacer esa función, la hicieron otros colegas, en ese caso sin fotos aparatosas, ya que la familia desahuciada no tenía interés periodístico, y al poco tiempo me inhabilitaron trasladándome a un destino poco operativo. Te cuento todo esto para que veas que todo en la vida tiene su complejidad.
El cabreo que tienes, que comparto plenamente, tiene su origen en el nombramiento de un mando de la Guardia Civil para coordinar la seguridad en Catalunya, en la falta de diligencia para abrir expedientes disciplinarios cuando se oía aquello de «a por ellos», en mandar voluntarios a una ciudad desconocida y… qué quieres que te diga… de Piolín. Con esos mimbres y sin conocer el idioma ¿te extraña lo que sucedió? Una actuación nefasta sin paliativos.
Me gustaría, que en lugar de dejarnos, pidieras con intensidad la dimisión del ministro del Interior, por su incapacidad manifiesta, responsable político de un dispositivo a todas luces falto de un estudio riguroso. Hay muchos polis que no han estado allí, pero seguro que se sienten molestos cuando se hace una crítica a la labor policial. Fuimos algunos policías, no muchos en aquellos años de la transición, los que vimos con orgullo que la ciudadanía española aprobaba el artículo 104 de la Constitución Española:
Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, bajo la dependencia del Gobierno, tendrán como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana.
Estarás de acuerdo conmigo en que hay que pedir responsabilidad al gobierno.
Soy un poli que cuando trabajó en Arenys de Mar asistí durante dos años seguidos a las «sis hores de cançó a Canet«. No me prives de tu teatro».
Fin de la carta, cuyo original puedes encontrar en Huffingtonpost.com