La Pandemia ha puesto al descubierto la hipocresía, la insolidaridad y el desconocimiento en gran parte de nuestra sociedad, a la hora de pasar por la Hacienda Pública.
El gigantesco «sunami» destructor circunstancial de nuestra economía ha propiciado demandas generalizadas de ayuda económica al Gobierno de nuestro país.
Tenemos una gran parte de nuestra clase política que está. de forma permanente, promoviendo y vociferando sobre la necesidad de la bajada de impuestos a los contribuyentes cuando ellos no gobiernan y los suben cuando llegan al Gobierno. Es necesario quitarles la careta y desmontar su hipocresía.
Desconocer la precariedad de una sociedad con bajos Impuestos, es desconocer que se tendrán bajas prestaciones sociales y que si las quieres tendrás que ir a los servicios privados y no los podrás pagar.
Que los Servicios Públicos de un país como la Educación, la Sanidad, la Ciencia y los Servicios Generales, por ejemplo, son más económicos y más eficaces cuanto más se contribuye a su sostenimiento es una evidencia constante. A pesar de la falta de Presupuestos destinados a la Sanidad Pública en los últimos años, todos estamos viviendo lo que se consigue con lo Público.
¿Y por qué hasta el Empresariado, que tanto denosta pagar Impuestos, ahora está llamando a la puerta de papá Estado?
En este campo, la falta de formación y conciencia contributiva viene desde el inicio escolar y ese es el campo de cultivo abonado para la HIPOCRESÍA POLÍTICA.
Alfonso Romero