Es difícil aclararse en este maremágnum generalizado, pero vamos, lo que si parece claro, evidente, inequívoco, es que «Autoproclamarse» presidente de un país, democrático no suena.
Y no piensen que se trata de una novela, ni de un chiste, no, es un hecho real como la vida misma, lo han dicho todos los telediarios, periódicos digitales, redes sociales… Ayer, en Venezuela, un hombre se ha autoproclamado Presidente del país. Si, si, se ha autoproclamado Presidente de un país, Venezuela. Este señor, Juan Guaidó, es diputado y líder de la oposición gracias a unas elecciones democráticas, y desde el pasado 5 de enero de 2019, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue reelegido en mayo de 2018, pero es acusado de «usurpador» por el Autoproclamado presidente Juan Guaidó.
Juan Guaidó, miembro fundador del partido Voluntad Popular junto a Leopoldo López, se pasa la voluntad popular por la entrepierna, y se elige a si mismo, se nombra a si mismo, se corona a si mismo como Presidente de Venezuela.
Pero no queda aquí, lo que parecería ser una ficción y no lo es, sino que ante semejante acto autoritario, ante semejante golpe de estado a la razón y a la democracia, hay países que apoyan la acción del Autoproclamado Presidente de Venezuela, Juan Guaidó. Le reconocen como presidente interino Brasil, Perú, Costa Rica, Argentina, Paraguay, Guatemala, Canadá o EE.UU, los mismos Estados Unidos de Norteamérica que en el pasado agosto rondaba por la cabeza de su mesiánico presidente Trump, la posibilidad de una intevención militar en Venezuela.
A los dirigentes de estos países no les importa, desprecian los riesgos de apoyar tan abiertamente prácticas antidemocráticas, golpistas, que deberían estar fuera de toda convención, tratado, acuerdo,… entre países, estados, administraciones, partidos, representantes, pueblos… democráticos. Y aquí en esta España nuestra no somos menos, hay partidos políticos como Ciudadanos, Vox o el Partido Popular se han apresurado en instar al gobierno presidido por el señor Pedro Sánchez a que reconozca a un Autoproclamado Presidente de un país, Venezuela.
Se lo ha pedido el Señor Casado, Presidente del Partido Popular, un partido que ha sido considerado por los tribunales como una organización criminal. Una organización que gobernaba este país, o mejor debería decir «saqueaba» este país, y que le fue arrebatada la posibilidad de seguir saqueándonos por vías democráticas. Este mismo Partido Popular que consideró «golpe de estado» una moción de censura, considera legítimo y digno de reconocer un Autoproclamado Presidente de un país, Venezuela.
A la petición del Señor Casado (PP), se une Albert Rivera (Ciudadanos), Santiago Abascal (VOX), Jose María Aznar (PP) o el mismísimo Felipe González Márquez (PSOE). Felipe González pide al Gobierno de España y a la Unión Europea (UE) que reconozcan a Juan Guaidó como presidente de Venezuela, y considera «una buena noticia» su autoproclamación. González niega rotundamente que esto sea un golpe de estado, y acusa a Nicolás Maduro de ser «peor que un dictador, es un tirano arbitrario» que ocupa de manera «ilegítima e ilegal» la presidencia del país.
Por su parte, el también expresidente del gobierno socialista, Jose Luis Rodríguez Zapatero, advierte del riesgo de enfrentamiento civil y aboga por «el diálogo y el reencuentro», lejos de practicas contraproducentes como la «demonización» de unos u otros.
Autoproclamaciones, ingerencias, bloqueos económicos o informativos, intervenciones militares,… SIN VERGÜENZA, sin pudor, sin moral, sin temor, sin decencia, sin democracia, sinvergüenzas.
Este sinvergüenza de F. Gonzalez, traidor de la clase trabajadora golfo que se ha hecho multimillonario a saber con qué artes, sabemos una la venta de galerías preciados a su amigo Cisneros venezolano, se le olvida que Zapatero dijo bien claro que las elecciones que hicieron a Maduro presidente fueron totalmente limpias y transparentes
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