El Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes organiza La Semana de la Carne (equívoco nombre) la misma semana que los informativos nos informan de una cumbre sobre el clima en Marrakech, cambios genéticos en poblaciones de animales y plantas por el calentamiento global, un aumento en la tasa de hipertensión juvenil y la muerte de una anciana a la que habían cortado la luz.
El evento, en el que colaboran la asociación de empresarios Acenoma, la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Carne de la Sierra de Guadarrama y la Denominación de Origen (DO) Vinos de Madrid, ha protagonizado numerosos artículos en otros medios, en los que se detallan los restaurantes que participan, los platos que pueden degustarse y el precio. Vamos, pues, a las conclusiones.
El Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes promociona un producto que contribuye en gran medida al cambio climático a causa de las emisiones de metano que conlleva la actividad ganadera. La Indicación Geográfica Protegida Carne de la Sierra del Guadarrama no es ninguna certificación ecológica. Solo asegura cierto nivel de calidad de la canal (el animal faenado, tras la evisceración , decapitación y corte de extremidades). Nótese que se usa la misma terminología para matar al animal en la plaza y en el matadero).
El Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes, a pesar de su aparente compromiso con los hábitos saludables y la prevención de enfermedades, promociona un producto (carne roja) que se ha relacionado con enfermedades cardiovasculares y cáncer. Es tan incongruente como celebrar la Semana del Tabaco Rubio o la del anís de Chinchón, cuyo consumo es legal pero no se anima a la población a hacerlo, sino que se le advierte de sus efectos.
No decimos que no haya que ayudar a los hosteleros, pero quizás otro alimento sería más saludable y no obligaría a correr el riesgo de abastecerse de un producto perecedero, que se deprecia con la congelación, y cuyo precio de venta no está al alcance de la clientela de muchos locales. Es decir, que solo se ayuda a “los mejores restaurantes”.
El Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes promociona un evento gastronómico a 29 euros el cubierto: un primero, un segundo, una copa de vino y un postre, es decir, 116 euros para una familia de cuatro miembros, siempre que no se añadan copas de vino adicionales, café o alguna copa de sobremesa. En fin, un gasto inasequible para la mayor parte de las familias en un país en el que para muchas personas pagar los suministros es un triunfo. Solo para los mejores restaurantes y para las clases medias más acomodadas.
¿Por qué no demostrar coherencia en cada una de las actividades organizadas por el Consistorio? ¿Por qué no demostrar compromiso más allá del acto inútil y la foto? ¿Por qué no escoger un alimento barato, sostenible, sano y respetuoso con los animales? ¿Por qué no una Semana a la que pudieran apuntarse todos los restaurantes que quisieran y a cuyo menú pudiera acceder más gente? ¿Por qué una inversión en publicidad que beneficia a una minoría? ¿Por qué no intentar cambios en el consumo que pueden cambiar el mundo?
San Sebastián de los Reyes, toros y churrascos.