¡Bueno pues ya está! Tantos meses de prisas, angustias, amenazas, descoloques,…pero ya está aquí el nuevo gobierno. Aunque casi pareciera que nos hubiéramos quedado en Diciembre 2015, por lo inmovilista de la propuesta. ¡Vamos! que se parece mucho a ese mismo gobierno que queríamos cambiar entonces, y que algunos queremos también cambiar ahora.
Continúa siendo un gobierno no paritario, 8 hombres y 5 mujeres. La política económica, esa que sabemos que lo mueve, dirige y determina todo, sigue en las mismas manos, en las mismas manos de los mismos hombres, Montoro y Guindos. Y Fátima Bañez nos continuará determinando las políticas de empleo, en un país que cuenta a sus parados por millones, a sus trabajadores por el índice de precariedad, y a sus jóvenes excluidos en porcentaje del 50%.
¡Y hombre alguna novedad tenía que haber! Rajoy ha creado un nuevo ministerio: el de Energía, Turismo y Agenda Digital. Al frente estará Álvaro Nadal, economista doctorado en Harvard, que hasta ahora se ocupaba de la Oficina Económica de la Moncloa, y que tras el nuevo nombramiento deberá continuar el legado de su hermano gemelo, Alberto, artífice de la reforma eléctrica.
Todos los hombres del presidente, en materia económica, repiten mando en tropa.
Y para mando en tropa, María Dolores de Cospedal, secretaria general del Partido Popular, primer partido político imputado por corrupción en este país. Ella será la segunda mujer ministra de Defensa, la señora de los ejércitos de España.
Defensa, esa institución intocable, permanente, circula en dirección contraria a como lo hace la Cultura, que al paso que lleva terminará como un recuerdo en los anales de la historia. Nuevamente la Cultura no cuenta con un ministerio específico, y se perderá, o la esconderán, en la maraña de un ministerio de Educación que la tiene liada parda.
Bueno pues… ¿tanta prisa para esto? Casi un año desde el 20 de diciembre de 2015, podría haberle dado a Rajoy para concebir nuevas estructuras, al menos por modernidad, como le gustaba decir a Felipe González. Y digo a Rajoy porque aquí en esta democracia española regentada por un Partido Popular imputado por corrupción, y sustentada por un PSOE que cuando dice No se abstiene, los miembros del gobierno los decide un solo hombre; un superhombre que hace ruedas de prensa sin preguntas, o comparece a través de plasma, o sencillamente no sale a dar los nombres de sus ministros y ministras, emite una nota.
Madre mía¡ como diría alguien cercano «deberíamos hacérnoslo mirar» porque lo del pueblo español empieza a ser de traca.
Y después de tanta espera y tanta prisa, prepárense vecinos para lo mejor, porque ahora se acabaron los tiempos de prórroga, la campaña electoral permanente que suaviza los recortes, y llegan los días en que finiquitan los gobiernos en funciones y comienzan las acciones de gobierno.
!Hagan juego señores¡ ¡y señoras!