En estos días en que las capturas de pantalla de las redes sociales de nuestro alcalde, Narciso Romero, se comparten con una mezcla de enfado, jolgorio e incredulidad, algunos nos acordamos de que, hace poco más de un año, ese hombre que ahora hace apología de la tauromaquia contaba que no le gustaban los toros y era un amante de los animales de compañía. ¿Qué ha podido pasar? A nosotros nos tiene preocupados, en serio, cuando vemos sus fotos, sus estados y sus tuits. Nos tememos algo terrible.
¿Cómo se explica su beneplácito a una actividad infantil que tiene como tema los festejos más polémicos de España? Empleamos la palabra “polémico” porque es un adjetivo que ni siquiera los organizadores pueden negar. Porque Sanse siempre ha mantenido distancia con ese tipo de tradiciones. En Sanse no se hacen esas salvajadas. En Sanse “se respeta” a los toros. En Sanse no se les toca. Que levante la mano quien no haya oído esas cosas.
¿Cómo se explica que un reportaje en una publicación minoritaria como “Bous al Carrer” sea celebrado como un signo de reconocimiento? Para quien no conozca la revista y no quiera molestarse en investigar, unos apuntes. Al contrario que las revistas que todos conocemos de las que podemos buscar su tirada (los ejemplares que se han impreso) y su difusión (los que se han vendido) de esta revista solo se encuentra un reportaje en el que se menciona una tirada de 15.000 ejemplares, de la difusión, ni rastro.
Si nos fijamos en los anunciantes, son todos del ramo: merchandising taurino, corredurías de seguros para celebrar los encierros… Vamos, el tipo de publicación que uno compra cuando se quiere decidir por un viaje… Es broma, más bien da la impresión de que sólo la compran quienes quieren buscarse en las fotos. Los que ya saben que aquí se celebran encierros. Los que vienen a correr y se gastan menos que los raíles del tren. Lo de salir en GEO o en National Geographic… para el próximo año. También es broma.
¿Cómo se explica la I Trashumancia de Bueyes? Si damos por bueno el recorrido que aparece en los carteles (están circulando varias versiones) vemos que van a pasar por zonas sin vallado. En un año en el que han sido corneados menores, permitir el paso de animales por calles sin vallado como evento lúdico y educativo para todos (educativo a la manera de los zoos, suponemos) después de que este pueblo haya vendido a sus encierros como los más seguros, el ejemplo a seguir por todos los demás, nos parece un riesgo innecesario para el público que vaya a asistir a cómo se intenta instaurar otro modo de estresar animales y exponerlos a accidentes como parte de las fiestas.
Todo esto… como animalistas. Pero es que además está la segunda visita de la Legión, el convenio con los Hermanos del Cristo, una asociación religiosa, para supervisar las fiestas (quién nos iba a decir que estaba llena de fans de Miss Caffeina), las gradas, sus continuas visitas a negocios de temática taurina… todo para satisfacer a un sector que no son su electorado, ni el de sus compañeros de gobierno.
¿Cómo se explica esta completa y perfecta sumisión a los taurinos, a los más conservadores y nostálgicos, a los únicos que le deben de considerar de izquierdas aún y que, por lo tanto, no le votarían nunca?
Nos tememos que ha sucedido lo peor. Que a la manera que en “Las mujeres de Stepford” (véase), las esposas eran eliminadas y sustituidas por robots cuyo único objetivo era la satisfacción de los maridos y servirles sin ningún tipo de límite, nuestro Alcalde no es la persona a quien se votó. Ha sido secuestrado y reemplazado por una máquina con una sola lealtad que no es la totalidad de los vecinos de Sanse.
Sólo nos queda la certeza de que el verdadero Narciso Romero no ha sido estrangulado por una copia mecánica de sí mismo con un pañuelo rojo. Estamos seguros de que le volveremos a ver sobre 2019 intentando convencernos de que no era él el de las fotos. Por cierto, ¿Javier Heras no está también un poco raro?