Se trata de una actitud vital, defender la vida, así de simple y sencillo, la vida. Cada uno de los seres que habitan en la tierra, están condicionados por la salud del planeta y afectados seriamente por el cambio climático.
El planeta en el que vivimos, la tierra, perteneciente a una de las galaxias de un universo incalculable para nosotros, oscuro y frío espacio del que estamos protegidos por una pequeña capa de gases, que conforma el único sistema que hace posible la conservación de la vida, está siendo seriamente amenazado. Este sistema atmosférico, es muy sensible ante las consecuencias que provoca el cambio climático, y su equilibrio para mantener las condiciones de vida muy frágil, y sin embargo nosotros los humanos nos esforzamos por deteriorarle.
Esta tendencia actual, deberíamos rápidamente invertirla, empleando para ello todo tipo de recursos que sirvan para proteger el medio ambiente, entre los se encuentra nuestro propio comportamiento. Deberíamos adoptar una actitud que nos ponga en modo activista, sobre todo tras comprobar las consecuencias que el cambio climático está comportando, y disponernos seriamente a combatirlas.
Es indispensable que así sea, si pretendemos que nuestras hijas e hijos y las generaciones que les siguen puedan tener futuro. Este es un asunto que nos afecta a todos, aunque haya “personas” que no sean conscientes, que no se han dado cuenta que determinados comportamientos políticos, sociales o económicos, afectan seriamente a la salud del planeta y a la de sus especies, a la de los animales, los vegetales, e incluso también a las geológicas.
Como especie tenemos una gran responsabilidad, ineludible, si queremos que la evolución de la humanidad continúe progresando. En estos momentos, nosotros mismos estamos amenazado su desarrollo, conduciéndonos inexorablemente hacia una encrucijada que se sitúa de forma objetiva entre la vida, el caos, o finalmente la muerte. La especie humana, y todas las que con ella comparten el planeta, no hemos evolucionando durante millones de años para que un pequeño grupo de avariciosos, egoístas e insensatos, lo manden todo a tomar por el culo. Disculpad quienes estéis leyendo este artículo por la expresión utilizada, pero dan ganas de mandarles a que les den, no ya por el lugar mencionado, sino no, por donde mejor sirva para que los genocidas dejen de extorsionar al planeta.
El lugar por donde hay que darles no se circunscribirá a un solo sitio, ni se tratará de algún punto de la anatomía humana, si no que habrá que golpear en múltiples aspectos de la vida, para que aflojen y podamos vivir en paz y armonía. Los golpes, los esfuerzos, deberían encaminarse hacia la mejora de la eficiencia energética, la adopción de medidas de economía circular, incrementar la conciencia ciudadana sobre el medio ambiente, naturalizar espacios urbanos, y otras muchas iniciativas que todos conocemos, pero que nadie demuestra voluntad para aplicarlas.
Por este motivo, por la necesidad de golpear todos y todas a una, para que la vida pueda seguir su camino, hoy más que nunca es necesario militar, convertirnos en activistas del medio ambiente y combatir el cambio climático. Comprometernos con la vida ahora, en el momento en el que más seriamente está siendo amenazada, exigir ahora a los gobernantes que demuestren voluntad y legislen a favor del planeta, con medidas como favorecer la implantación de electrolineras alimentadas por energías renovables, la instalación de paneles solares, la mejora de los transportes públicos para que sean más eficientes, impulsar el comercio y consumo de proximidad, así como otras muchas iniciativas que hoy son posibles implementar si hubiera voluntad política por parte de los gobernantes.
Sin embargo, referido al ámbito local, el que afecta a nuestro municipio, no parece que quienes gobiernan en su ayuntamiento se den por aludidos ante esta situación de emergencia climática, ya que en su programa de gobierno, pactado entre PSOE y Cs no hacen ninguna alusión interesante al medio ambiente y el clima. Lo más lejos que han llegado, es a sugerir que mejoraran la limpieza de la hoy sucia ciudad de San Sebastián de los Reyes, o a colocar algún contenedor más para facilitar que las empresas privadas se beneficien de lo que reciclamos entre todas y todos.
Ante la falta de interés que los gobernantes de esta ciudad muestran por el medioambiente y el cambio climático, sería necesario y muy conveniente, que supieran que una amplia mayoría de este pueblo, sobre todo las más jóvenes, desean que se tome conciencia de la situación por la que atraviesa el planeta, y se adopten medidas efectivas para luchar contra el cambio climático.
De alguna manera, quienes queremos que este municipio adopte medidas a favor de la vida en el planeta, tendremos que ser capaces de encontrar la fórmula para decirles alto, claro y de forma masiva a nuestros gobernantes locales, que les exigimos una declaración de Emergencia Climática para el territorio de San Sebastián de los Reyes. Ojala encontremos la forma de decírselo de forma contundente.
Alfonso.
Totalmente de acuerdo, empecemos por nosotras mismas. ¿Por qué no se toma en serio, algo tan SERIO como la amenaza contra la vida, incluida la nuestra. Es inexplicable que gobiernos locales, autonómicos, nacionales y europeos, no tomen medidas drásticas contra la #LaCrisisClimatica. Artículos como este en medios de comunicación como este, sin tapujos, debe firmar y firma parte de la revolución sostenible.