LOBO MARLEY, EQUO, la Alianza Europea para la conservación del Lobo (EAWC) y los European Greens se unen y lanzan un llamamiento a las entidades y personas que en el estado español y en Europa son conscientes de la importancia del Lobo, para que se sumen.
El domingo 13 de marzo a las 12 horas tenemos una cita histórica en Madrid por la defensa de un derecho ciudadano. Suma tu voz y grita LOBO VIVO, LOBO PROTEGIDO.
El naturalista Luis Miguel Domínguez abandera la manifestación convocada el 13 de marzo en Madrid a favor de la protección del lobo ibérico tras las últimas batidas en Carranza, Salamanca y Ávila
El movimiento ecologista ha organizado el próximo 13 de marzo en Madrid una manifestación en defensa de los derechos del lobo ibérico. La marcha, convocada en la Puerta del Sol, está considerada la primera movilización que se celebra en España en favor de una especie animal. Uno de sus promotores es el naturalista Luis Miguel Domínguez, presidente de la asociación Lobo Marley y conocido también por sus programas sobre naturaleza en televisión -en la actualidad presenta Vive la vía y Biodiario-. Domínguez denuncia las últimas batidas organizadas en Salamanca, Ávila y en la comarca vizcaína de Carranza, zona ésta última donde fue abatida la única manada asentada en el territorio.
– ¿Esas cacerías han sido el detonante de la manifestación convocada en Madrid?
– Sobre todo el detonante es el tratamiento que se le concede al lobo. El lobo es tratado como un paria, como un paria de la fauna española. El lobo es un animal que no está protegido por la ley como lo está, por ejemplo, una lagartija. Y eso es inadmisible en pleno siglo XXI. Lo que pedimos con esa manifestación es que sea protegido por ley en todo el Estado español. Al ser ibérico es un animal que pertenece también a Portugal, que compitamos con Portugal, donde sus poblaciones están estrictamente protegidas.
– ¿Su caza está regulada en Portugal?
– No, no. Está prohibida absolutamente. Es una especie protegida. Tú en España no puedes matar linces ibéricos ni osos pardos. Está protegidos por ley. Entonces, ¿por qué se siguen cazado lobos?
– ¿Por qué?
– España es un país en el que priman las leyendas urbanas o rurales a la hora de tomar decisiones. Por eso el lobo sigue siendo observado con una mirada medieval.
– ¿Hay una especie de odio ancestral, de miedos?
– Absolutamente, de miedos infundados, claro. La población de lobo ibérico afecta en la actualidad a menos del 0,7% de la cabaña ganadera en España. Y algo que afecta a menos de un 1% no es nada, no existe. Son hechos puntuales que deberían acometerse puntualmente. Para eso hay fondos y una Administración a la que pagamos. Para que pequeños problemas no se conviertan en grandes problemas.
«El lobo es tratado como el paria de la fauna española. No está protegido como lo está, por ejemplo, una lagartija»
– Lo cierto es que el lobo también provoca estragos en los rebaños de unos ganaderos que exigen con razón compensaciones económicas por la pérdida de reses. ¿Una mejor política de indemnizaciones ayudaría a facilitar la expansión del lobo y mejorar su convivencia en los entornos rurales?
– Sí. Lobo Marley defiende lo que ya intentó el Gobierno vasco no hace mucho tiempo: un contrato territorial con los ganadores. Es decir, que a ti no se te pague por daño, sino que se pague porque estás en zona de lobos. Te ataque o no, tienes ya unas compensaciones aseguradas por ese hecho. De manera que la gente se sienta orgullosa; que no se sienta amenazada. Pero decir que el queso de Idiazabal está en peligro por el lobo es una falacia asquerosa, insoportable. No se puede tomar el pelo a los vascos. Comprenderá que en el valle de Carranza, ¿qué podía haber, cinco ejemplares, seis ejemplares? ¿Y cuántos perros asilvestrados puede haber en el País Vasco?
– Seguramente incontables.
– ¿Entonces de qué estamos hablando? En el fondo, se ha convertido al lobo en un chivo expiatorio. Es el animalito que sirve para azuzar a los políticos, para encabronarlos, para que tomen medidas deprisa y corriendo, y para que no solucionen las cosas. A través del lobo, los sindicatos ganaderos lo que están haciendo en conseguir otras cosas, una especie de atención añadida a su actividad. El lobo, por su propia población, no tiene la capacidad de amargar la vida a nadie. Ni en Euskadi ni en el conjunto de España.
– Pero también es cierto que se producen ataques a la cabaña ganadera y que los afectados reclaman sus compensaciones.
«La población afecta a menos del 0,7% de la cabaña ganadera en España. No es un problema»
– Pero también uno en su profesión, como hacían sus padres y sus abuelos, tiene que asumir el hecho de que puntualmente alguna vez el lobo les pueda atacar. Pero tranquilidad. Esta manifestación no se convoca en contra de nadie. Ni de los ganaderos ni de los cazadores. Es una manifestación a favor de una especie que es patrimonio natural de todos los españoles y que no queremos perder. Es un derecho ciudadano. No podemos poner en riesgo a la última población del gran depredador del monte europeo porque haya un sector socio económico que tiene miedos y leyendas.
– ¿Cuál es la situación del lobo en el conjunto de España? Sus poblaciones parecen recuperarse en la mitad norte peninsular.
– El lobo está haciendo lo que tiene que hacer. Lo que quiere es viabilidad y variabilidad genética: mezclar su sangre con la de otros lobos para fortalecer la especie. ¿Y eso cómo se hace? Pues moviéndose, migrando, moviéndose de comunidad en comunidad, de provincia en provincia. Lo hace porque el lobo entró en los años setenta en un cuello de botella genético que lo abocó a la extinción prácticamente. En la actualidad podemos decir que hay en torno a unos 2.000 lobos en toda España. Aunque parezcan muchos, entrarían en una nave industrial. Y en el fondo es una población genéticamente débil; está absolutamente tocada. Hay autores que dicen que aproximadamente los efectivos de lobo ibérico idóneos no llegan a los 50 ejemplares en toda España. Ese cuello de botella, fruto de tanta persecución, ha hecho que el lobo tenga relaciones endogámicas, entre familiares. Es una especie en extremo peligro de extinción por un problema genético. Lo que pasa es que es un animal que se mueve mucho, que puede recorrer 70 kilómetros en una noche, y da la sensación de que hay mucho lobo.
– ¿Cuáles son sus principales peticiones en favor del lobo?
– Que se pare de matar lobos, que no se mate ni uno más. Y que se le proteja como a cualquier otra especie que tiene un valor. Y el lobo lo tiene. Por ejemplo, con la muerte de los lobos de Carranza se está acabando simbólicamente con el origen del apellido Otxoa. La presencia del lobo en la cultura euskaldun es enorme. Despreciar eso porque hay un señor al que le joroba ver a un lobo al lado de sus ovejas latxas es un drama.
– ¿La expansión del lobo se ha podido ver beneficiada por el aumento de las poblaciones de jabalíes y de corzos?
– Claro. De hecho, el corzo es la presa clave del lobo. El corzo ha tirado del lobo. El 80% de los lobos que nacen en España no va a cruzarse con una cabeza de ganado en su vida. Sus quince o diez años de vida van a ser años sin ver ni una pieza de ganado. El lobo ibérico está vinculado al corzo y al jabalí.
«Defendemos un contrato territorial con los ganadores. Que se les pague por estar en zona de lobos, te ataquen o no»
– Hay una manada muy especial y sin contacto en Andalucía, en concreto en Sierra Morena, donde quizá pueda coexistir junto al otro gran depredador ibérico, el lince. ¿Tiene futuro esa población de lobos?
– Está en extremo peligro de extinción porque no hay corredores biológicos que permitan a los lobos de Madrid y de Castilla La Mancha atravesar Despeñaperros y mezclarse con ellos. Es imposible que haya superpoblación de lobos. Es un cánido superior y, por tanto, controla y se autorregula sus poblaciones. Son muy territoriales y enseguida hay dispersión juvenil. No aceptan una manada cerca de la otra. Es imposible llegar a la sensación esa de que ‘cuántos lobos hay por aquí’.
– ¿Qué apoyos han recabado para la manifestación?
– Hay 200 entidades españolas y europeas que van a asistir a la marcha y que están apoyándola. Entre los partidos están Equo, con Juan López de Uralde a su cabeza, y el Pacma. Pero tendemos la mano a todos los partidos, especialmente a los que vayan a conformar el futuro Gobierno de España. Lo primero que haremos es una proposición no de ley para que el Congreso de los Diputados pida al Ejecutivo que incluya al lobo ibérico en el catálogo de especies protegidas. Es un derecho ciudadano. Por primera vez en España saldremos a la calle a defender a un animal. Será histórico.