La Alianza Climática, que reúne a más de cuarenta organizaciones de la sociedad civil española, ha redactado una moción de emergencia climática (abajo incluimos enlace) que va a enviar a todos los plenos de los ayuntamientos y a todos los grupos políticos «para instarlos al reconocimiento del estado de emergencia climática en el que nos encontramos». Según las oenegés impulsoras de esta iniciativa, «declarar la emergencia climática requiere asumir el cumplimiento de compromisos políticos reales y vinculantes, mucho más ambiciosos que los actuales, con la consiguiente asignación de recursos para hacer frente a esta crisis».
La Red Ibérica de Ecoaldeas, Amigos de la Tierra, Attac, Greenpeace, la CGT, Entrepueblos, Ecologistas en Acción, la Confederación Intersindical, la Red Ecofeminista… Hasta 41 organizaciones de la sociedad civil española han redactado una «moción de emergencia climática» que van a dirigir a los Ayuntamientos de España coincidiendo con el comienzo de su mandato. La Alianza por la Emergencia Climática, que reúne en su seno a todas esas organizaciones, exige con esa moción que los Ayuntamientos asuman compromisos políticos, reales, sobre las medidas a adoptar, mucho más ambiciosos que los actuales, y que se comprometan además a elaborar «una hoja de ruta vinculante». La Alianza por la Emergencia Climática explica a continuación, en dos párrafos, las razones que han motivado esta «acción de incidencia política».
• La Alianza exige el reconocimiento de que el planeta, así como los seres vivos y los ecosistemas, se encuentran en grave peligro, siendo prueba de ello los recientes informes sobre el estado de la biodiversidad del Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services (Plataforma Intergubernamental Científico Política sobre la Biodiversidad y los Servicios de los Ecosistemas) y sobre el calentamiento global de 1,5 ºC del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, que alertan de un rumbo que lleva a la extinción de una gran parte de los ecosistemas terrestres. Un millón de especies están amenazadas por la actividad humana. El punto de no retorno frente al cambio climático se aproxima, cerrando la ventana de oportunidad para tomar las medidas fundamentales requeridas. No responder ante la crisis climática, ecológica y civilizatoria supondría la muerte de millones de personas, además de la extinción irreemplazable de especies imprescindibles para la vida en la Tierra, dadas las complejas interrelaciones ecosistémicas. La situación es de tal gravedad que la propia existencia de las sociedades humanas al verse críticamente dañados los ecosistemas de los que dependen, queda en entredicho.