Así le dicen en Málaga a la desbandada que se produjo durante la segunda semana de 1937, una historia que es poco conocida, pues ha sido ocultada durante muchos años. Fue uno de los genocidios más graves que se produjeron durante el siglo XX que a un sigue impune, un crimen de lesa humanidad que todavía no se ha juzgado, un acto de tremenda crueldad contra un pueblo desarmado.
Fue una atrocidad ejercida sobre vecinas y vecinos de Málaga, que huían del horror y la muerte que se les acechaba. Sucedió en los primeros días de febrero de 1937, durante los cuales, entre 3.000 y 5.000 personas, incluidas mujeres y niñas fueron masacradas sin piedad ni escapatoria. Aconteció durante la guerra civil española, en una carretera que hoy se conoce como N-340, la que va desde Cádiz a Barcelona por la costa.
A la altura de la pedanía de Lagos, en el término municipal de Vélez – Málaga, cuando miles de personas abarrotaban ese tramo de la carretera, comenzaron a bombardearlos durante tres días y tres noches sin descanso. Les tiraban bombas desde el mar, tierra y aire, proyectiles que les lanzaban desde la costa los buques franquistas, por el aire descargaba la aviación nazi de Hitler y de Mussolini y desde tierra atacaba la artillería fascista italiana.
Fue un auténtico infierno el que sufrieron miles de malagueños y malagueñas, se estima que entre ciento cincuenta y doscientas mil personas huían hacia Almería por la carretera, en los primeros días de febrero de 1937. Huían del asedio al que estaban sometiendo a la capital de la costa del sol las tropas fascistas venidas de Italia.
Salieron con lo puesto, con los pies envueltos en trapos, con los estómagos vacíos y el frio metido en los huesos. Escapan de la crueldad y el horror, huyendo para proteger la vida y salvar la de sus hijos. Ese fue su delito, huir de un asedio genocida, de una represión brutal y de una matanza segura.
Fueron muchos los muertos y heridos que se produjeron durante esos días éxodo, que se conoce como la desbandá de Málaga. Acontecimiento sobre el que se han publicado varios libros, entre los que se encuentra el relato del Doctor Norman Bethune, médico canadiense que estuvo durante los bombardeos asistiendo a los heridos, y lo que conto en su relato, titulado “El Crimen de la Carretera de Málaga a Almería” es lo que, según comenta el mismo vivió.
Este médico, cirujano de traumatología y reconocido mundialmente por poner en marcha el primer servicio de transfusiones de sangre móvil, quedo horrorizado ante el espectáculo atroz que se estaba produciendo, 200 km de miseria, dolor y muerte es lo que encontró en la fatídica carretera durante esos días de la guerra civil.
En su relato, describe como las cunetas estaban llenas de niños ensangrentados, envueltos en harapos llorando desconsoladamente, y como las madres clamaban para que atendieran a sus hijos mal heridos. A lo largo de toda la carretera, deambulaban de un lado para otro, personas que gritaban el nombre de familiares desaparecidos, escenas dantescas, que durante mucho tiempo se han ocultado, intentando borrarlas de la memoria colectiva y hacerlas desaparecer de la historia de España ¡pero no lo han conseguido!