28 de agosto 2023, el día grande de las Fiestas de Sanse, hace 60 años que Martin Luther King «tuvo un sueño», y hoy también se cumplen 545 días, año y medio, del secuestro del periodista español Pablo González, una terrible pesadilla para él, su familia y la democracia.
El grupo de apoyo a Pablo González ha remitido un nuevo escrito, el sexto, al Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que en año y medio no ha encontrado ocasión para responder a la familia ni velar por los derechos humanos del ciudadano español.
Hoy se cumplen 545 que el periodista español permanece en prisión tras su detención en Polonia en los primeros días de la guerra de Ucrania. Cuando se cumplieron 513 días de prisión el Grupo de Apoyo de Madrid entregó en sede ministerial un nuevo escrito dirigido al Ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares.
En dicho escrito reclaman «justicia» e instan al Gobierno «a cumplir con su obligación y defender los derechos del detenido, que son violados día a día por las autoridades polacas».
«Pedimos se efectúen las gestiones precisas para que Pablo González que hoy lunes 28 cumple año y medio en prisión, pueda volver a España en libertad vigilada, como ha propuesto la Comisión Europea en tanto se celebre un juicio justo lo antes posible».
«Y entre tanto -recalca el escrito- que deje de estar 23 horas diarias aislado en su celda, sin comunicación familiar, sin derecho pleno de defensa y sin acusación formal. Entendemos que el Ministerio de Asuntos Exteriores no ha actuado hasta ahora en pro del respeto a los derechos de Pablo González y por ello nos dirigimos por sexta vez desde octubre del 2022 al señor Albares, quien hasta el momento no se ha dignado a responder a ninguno de nuestros escritos.»
El sueño por la igualdad de Martín Luther King, continua siendo un sueño 60 años después, a pesar de los avances. Pablo González, un periodista español detenido y secuestrado durante el ejercicio de su profesión, por un país europeo, Polonia, mientras ni su gobierno ni los valedores de los derechos humanos hacen nada, es una mala pesadilla. Como no permite dormir todo lo que está sucediendo entorno al impresentable señoro Rubiales, que si no fuera real como la vida misma creeríamos estar viendo una serie de ficción.