El PP de Bustarviejo ha acusado a una banda de rock de San Sebastián de los Reyes -los AK 97- de tener «conexiones con movimientos filoterroristas». La gravísima acusación llega de la mano de un concierto que los AK dieron en la plaza del Ayuntamiento de ese municipio el pasado 29 de julio. El concierto, gratuito, fue organizado por la Asociación de la Memoria Histórica Los Barracones, entidad fundada el año pasado en Bustarviejo y cuyo fin es divulgar lo sucedido durante la posguerra en el penal homónimo -Los Barracones-, un presidio situado en las inmediaciones de ese municipio serrano (foto) y donde fueron recluidos -condenados a trabajos forzados- más de 1.500 prisioneros republicanos.
El Partido Popular de Bustarviejo difundió a través de la red social Facebook, el pasado domingo, 30 de julio, un comunicado en el que califica el concierto que protagonizaron los AK 97 y la banda madrileña Escaramuza de «orgía presuntamente musical de la #ultraizquierda de los #antisistema que progresan en la #mentira y el #insulto». El PP local asegura en ese post que «estos grupos, y sus simpatizantes y derivadas, utilizan el deporte y la política para canalizar la violencia antisistema» y que «tienen conexiones con movimientos filoterroristas». La gravedad extrema de las acusaciones -utilización de medios varios para canalizar la violencia, conexiones con el filoterrorismo- contrasta con el espíritu que impregnó toda la jornada festiva de aquel fin de semana, que comenzó con una representación teatral matutina y concluyó con el concierto susodicho en medio de la más absoluta normalidad.
Los promotores de la jornada fueron los integrantes de la Asociación Los Barracones, que ya ha organizado, a lo largo de sus quince meses de vida, una treintena de recorridos por el penal y su entorno en la que «centenares de personas -explican desde la Asociación- han podido conocer el régimen de vida carcelario al que fueron sometidos más de un millar y medio de ciudadanos represaliados, prisioneros del franquismo». El mismo sábado, 29 de julio, la compañía Teatro y Memoria representó en el mismo penal una obra -«Presas de papel»- en la que dramatiza las vivencias de tres prisioneras y a la que acudió más de medio centenar de espectadores. Tanto la representación teatral como el concierto fueron gratuitos (ni la compañía Teatro y Memoria ni los AK 97 recibieron retribución económica alguna por sus actuaciones). Según la Asociación, los beneficios obtenidos «de la venta de bebidas o por donativos de los asistentes» a los actos serán utilizados para continuar financiando sus actividades.
En definitiva, una jornada lúdica -marco estival- de reivindicación de la memoria histórica, y celebrada en medio de la más absoluta normalidad (doy fe, pues fui testigo tanto de la representación teatral, como del concierto). Pues bien, apenas unas horas después de celebrados ambos actos, el Partido Popular de Bustarviejo difunde un comunicado -vía Facebook- en el que profiere gravísimas acusaciones -nada más y nada menos que filoterrorismo- contra la banda de SanSe AK 97 (y así mismo contra Escaramuza), de quienes dice que «no son gente que busca la verdad y la reconciliación, son gente que busca desde el resentimiento y el alboroto musical (…) el ataque contra el orden establecido». El Partido Popular de Bustarviejo define a esos grupos de rock además como «rencorosos y revanchistas que buscan la venganza» y que quieren reabrir las heridas y «#destruir nuestro actual sistema de convivencia».
Por fin, en ese mismo comunicado, el PP serrano califica la guerra civil como «guerra entre compatriotas».
Hasta aquí, he querido exponer solamente los hechos acaecidos los pasados 29 y 30 de julio. A partir de aquí, planteo diversas cuestiones. ¿De quiénes eran compatriotas los fascistas italianos que envió Benito Mussolini a combatir contra las tropas republicanas en el Frente de Guadalajara, a solo 80 kilómetros de Bustarviejo? ¿De quiénes eran compatriotas los pilotos alemanes que envió Adolfo Hitler a bombardear Guernica? ¿De quiénes eran compatriotas el novelista francés André Malraux o el poeta irlandés Charles Donnelly, alistados ambos en las Brigadas Internacionales, ambos defensores de la República, muerto el segundo en la Batalla del Jarama, a apenas unos kilómetros de Bustarviejo? ¿De quiénes eran compatriotas?
Llamar guerra civil española a lo que sucedió en España entre el 18 de julio de 1936 y el 1 de abril de 1939 es decir verdad. Pero no toda la verdad. La guerra fue desencadenada por un golpe de estado, que perpetraron, entre los días 17 y 18 de julio de 1936, varios generales del Ejército de España, entre ellos, Francisco Franco. El general Franco, su compañero Mola y otros militares más de alta graduación del Ejército de España no respetaron la Constitución Española, que había sido aprobada apenas cinco años antes, no respetaron el orden establecido -ese por el que tanto parece preocuparse el PP de Bustarviejo- y no respetaron ni los derechos humanos ni las libertades públicas recogidas en esa Constitución, aprobada -cabe insistir- en las Cortes de 1931.
Decir que la guerra civil española fue una guerra entre compatriotas es decir verdad
Pero es decir más mentira que verdad. Al leer esa expresión tengo la sensación de que el Partido Popular de Bustarviejo está equiparando a la víctima (el pueblo) con el verdugo (una fracción del Ejército de la España de 1936). Y equiparar a las víctimas de la guerra civil con criminales sanguinarios como el general Yagüe, filofascistas como Queipo de Llano o Primo de Rivera, o filonazis como el Franco de Hendaya, es cometer un gravísimo error. Equiparar a quienes quisieron defender el orden establecido -la Constitución Española aprobada por los diputados en las Cortes- con quienes acabaron con todo ello -los fascistas italianos, la aviación nazi y los militares golpistas- es un gravísimo error.
No voy a caer en la tentación de acusar al Partido Popular de Bustarviejo de filofascista
No voy a caer en la tentación de acusar al PP serrano de filonazi. Aunque expresiones como la susodicha -guerra entre compatriotas- no resultan particularmente afortunadas. Sí me gustaría saber si el PP de Bustarviejo ha condenado el franquismo. Me gustaría saber si lo ha hecho de manera rotunda. Me gustaría saber si ha condenado explícitamente el golpe de estado del 18 de julio y el terrorismo franquista que se adueñó de la España de posguerra. Porque sospecho que, en Bustarviejo, muchos simpatizantes de ese partido probablemente sí lo han hecho -ya han condenado- y no se sienten identificados con discursos guerracivilistas como el firmado por el PP en su perfil de Facebook el pasado 30 de julio.
No puede ser que, 78 años después de acabada aquella guerra negra, el Partido Popular -ni el de Bustarviejo ni ningún otro- acuse de filoterroristas a quienes simplemente reivindican una ley de memoria histórica justa. Y, sobre todo, no puede ser que acusaciones de ese calado queden sin respuesta. De ahí estas líneas: mi respuesta.
Terrorismo es generar terror. Al criminalizar a quienes no opinan «como es debido», al insinuar que son terroristas, yo pregunto: ¿no se está generando terror? ¿Qué pretende decir el Partido Popular de Bustarviejo desde su perfil de Facebook? ¿Qué pretende cuando dice «rencorosos y revanchistas que buscan la venganza»? ¿Qué pretende cuando dice movimientos filoterroristas o cuando apunta que quieren «#destruir nuestro actual sistema de convivencia»? ¿Qué pretende el Partido Popular de Bustarviejo?
No voy a caer -repito- en la tentación de acusar al PP de Bustarviejo de filofascista. No acusaré a ese PP montano de filonazi. Y no diré tampoco que plantear ese discurso en esos términos -rencor, revancha, venganza, destrucción- es sembrar el terror. No. No lo diré. Pero a veces me lo parece. A veces me parece que la derecha más ultramontana de esta España de hoy sigue atrincherada -78 años después- en su «guerra entre compatriotas». A veces parece que la ultraderecha más montaraz sigue creyendo que pedir una ley de memoria histórica (una ley) es algo propio de «los rencorosos y revanchistas que buscan la venganza», filoterroristas que solo quieren reabrir heridas.
Y no, señores del Partido Popular de Bustarviejo. No. Darle una digna sepultura a los seres queridos es algo que dignifica a todo ser humano. Algo… sencillamente… innegociable.
Dani, Chus, Paco y El Rubio son los integrantes de la banda de SanSe AK 97. Son padres de familia: un biólogo, un licenciado en Humanidades por la Universidad de Alcalá de Henares, un neurólogo, un delineante. No son filoterroristas. Son gente normal que, aparte de seguir jugando al fútbol o practicando atletismo los domingos… toca en una banda de rock. No van por la vida -no van por los pueblos- aterrorizando a nadie. Y no merecen juicios -discursos- como el emitido por el Partido Popular de Bustarviejo: rencorosos, revanchistas, venganza… No. Darle una digna sepultura a los seres queridos -insisto- es algo que dignifica a todo ser humano. Algo, además… sencillamente… innegociable.
Los AK 97 reivindican la ley de memoria histórica en su canción «Fosas»
Como la reivindican también las mujeres de la compañía Teatro y Memoria que interpretaron aquel sábado la obra, emocionante, «Presas de papel»; como la reivindica la Asociación de la Memoria Histórica Los Barracones, impulsora de los actos de esta controversia. Y no son filoterroristas. No. Solo son mujeres y hombres que quieren saber (y contar) qué pasó en aquella guerra, en aquel penal. Hombres y mujeres que quieren que sus seres queridos (y los de otros) reposen donde deben reposar.
No es venganza ni revancha. Es amor: a la verdad, a la tierra, al tiempo, a la historia, al pueblo. Y no puede ser que, 78 años después de sucedido lo que sucedió, haya partidos en España -por muy ultramontanos que sean- que sigan acusando impunemente de filoterroristas a los cómicos, a los músicos, o a quienes solo quieren -queremos- una ley digna de memoria histórica y una digna sepultura para quienes lucharon por la democracia y la constitución.
Terrorista -señores del PP de Bustarviejo- es el que difunde el terror. Filofranquista -señores del PP de Bustarviejo- es el que no condena el golpe de estado del 18 de julio de 1936, el que no condena la dictadura que apagó España durante casi 40 años. Filonazi -señores del PP de Bustarviejo- es el que no condena inequívoco a un régimen que le dio la mano en Hendaya, a la vera de Guernica, al sanguinario Adolfo Hitler.
Recuperar la memoria del penal de Bustarviejo, defender la necesidad de una ley digna de memoria histórica, luchar para que se reabran las fosas y las zanjas -no las heridas, señores del PP de Bustarviejo-, sino las fosas oscuras y las zanjas sumarias… luchar, cantar, actuar con el fin de darle digna sepultura a los seres queridos (a los de los unos y a los de los otros) es algo que dignifica a todo ser humano, algo… sencillamente… innegociable.
Mírense hondo y -si de verdad lo sienten- grítenlo claro, señores del PP de Bustarviejo. Para que lo sepamos. Para que no quede duda. Para que lo sepa todo el mundo. Mírense hondo y grítenlo claro, señores del PP serrano: «condeno; yo condeno a Franco; condeno su golpe de estado; condeno su régimen triste y largo; condeno sus penas de muerte y sus penales».
Mírense hondo y grítenlo claro si de verdad aman -como dicen- la convivencia, la democracia y la constitución.
Espero, estoy escuchando. Espero, estoy escuchando. Espero (78 años después), estoy escuchando.
Ana Baraca