Los que sufrimos las consecuencias de, casi cuarenta años, de dictadura militar fascista del franquismo, sabemos muy bien que el cambio, por la muerte del genocida, a la democracia liberal neoconservadora, no tuvo nada de modélica, como se nos ha vendido por parte de los vencedores del golpe de Estado.
La Transición en nuestro país fue un TRAMPANTOJO que, además, fue paralelo a otro trampantojo de las excelencias modélicas de el Jefe del Estado durante sus 39 años de reinado, más sus actividades extras, en la oscuridad, de la acumulación de millones y millones de euros.
El cambio de lobos a “corderos” se inicia con el nombramiento por la voluntad del Dictador, de Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, como heredero del Régimen, a título de Rey. El reinado se inicia por las Cortes franquistas el 22 de Noviembre de 1975, dos días después de la muerte del Dictador, de acuerdo con la Ley de 22 de Julio de 1969.
Su padre, Juan de Borbón, calificó esta Ley como “engendro monstruoso”. Oportuno recordar, una vez más, que el abuelo de Juan Carlos, fue expulsado de España, democráticamente, por corrupto y delito de alta traición al permitir la Dictadura del General Primo de Ribera que duró desde 1923 a 1930. Juan Carlos I permitió que una dictadura fascista ensangrentada, de españoles inocentes, le nombrara rey. Todo un modelo y ejemplo de patriotas, de las monarquías en España.
La restauración de la monarquía en España por la dictadura fue “un engendro monstruoso” (Juan de Borbón) y la transición española un trampantojo, según la (RAE): ”trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es”. Además, continuó ampliándose la anormalidad democrática con Adolfo Suárez, que admitió, a la periodista Victoria Prego, que no se hizo un Referéndum sobre la forma de Estado (Monarquía o República) porque, según las encuestas de opinión popular realizadas por el Gobierno de la época, daban como vencedor a la opción de la República! (Wikipedia).
A esto hay que sumar que la Junta Democrática, encabezada por el PCE, defendía la Ruptura Democrática, la formación de un Gobierno provisional y la convocatoria de un Referéndum sobre la forma de Gobierno – República o Monarquía -, la depuración de responsabilidades de los dirigentes franquistas por la represión y a los que no alcanzaría la Amnistía que planteaba para todos los presos y represaliados políticos por el franquismo, pero no se escuchó.
La Plataforma de Convergencia Democrática, formada por varios partidos, de izquierda y socialdemócratas (PSOE, MCE, ID, ORT, UD de Cataluña, UD país valenciano, etc) aceptó lo que los representantes del franquismo plantearon –Borrón y Cuenta Nueva– a lo que se sumó el PSOE con el argumento de “debilidad” de la oposición antifranquista. (Wikipedia)
La oposición en esos momentos era mayoría y, además, estaban por la República, según confesión de Adolfo Suárez. Esa Transición arrastraba en su currículum miles de republicanos y republicanas fusilados en cunetas y tirados en fosas comunes, cientos de miles de torturas, encarcelamientos inacabables, persecuciones, expropiaciones materiales de haciendas completas de familias desaparecidas, tanto en la guerra como en la posguerra, miles de exiliados, cientos de profesoras y profesores republicanos fusilados, sólo por ese hecho ser republicanos, un relato genocida espantoso… lo que exigía «Justicia y Reparación». La losa de plomo no se ha levantado, todavía, para hacer Justicia.
De la palabra “Transición”, dice la RAE, en una de las acepciones: “acción y efecto de pasar de un modo de ser o estar a otro distinto”. Esto es lo que sucedió con todo el activo de los políticos y oligarcas fascistas, con el aparato policial y represor, con la judicatura civil y militar que juzgaban, condenaban a penas inhumanas y ordenaban fusilar a la oposición política. El resto de responsables implicados en el sostenimiento del régimen fascista, todo el conjunto, se acostaron como represores de las libertades democráticas y de crímenes de lesa humanidad , como han reconocido Instituciones Internacionales de DD.HH., y amanecieron limpios y demócratas de toda la vida, y “aceptando” una “Reconciliación Nacional» que no ha sido más que la prolongación del «Trampantojo Transicional» como han demostrado desde que se vieron despojados del poder del estado por su corrupción económica y política, como han evidenciado en sus intervenciones en el Congreso de los Diputados. A día de hoy, poco se ha reparado sobre tamaña catástrofe humana contra una mayoría del pueblo español, y que una gran parte, seguimos reclamando, Verdad, Justicia y Reparación.
Como no se les juzgó ni se les apartó, a sus máximos responsables, de seguir participando en la política española, toda su simbología y parafernalia ideológica se la guardaron intacta durante el proceso de transición y fueron preparando un ejército de adictos, como consecuencia de la moción de censura, promovida por la corrupción que arrastraban económica y política, como hemos sabido. Las consecuencias penales ,de tales desmanes, no parece que hayan encontrado la justicia que parece merecían. ¿Tendrá que ver con la NO renovación del TC?
Toda la superestructura (Medios de Comunicación) mediática que tienen en sus manos, que es abrumadora, llevan 45 años sembrando desinformación, mentiras, enfrentamientos, insultos, desprecios, denuncias falsas, ocultación y silencios sobre los corruptos, incluido el que fue Jefe del Estado, que ha sido el mayor corrupto del reino. KING CORP. Junto a los políticos hijos, nietos, primos y demás familias, de aquel régimen que promovió una transición de fascistas y corruptos a un estado “democrático” manchado de oprobio y que fue un trágala de “engendro monstruoso” de, blanqueo fascista, que no rindió cuentas ante el pueblo español, como era de justicia.
De aquellos polvos éstos lodos, que ya tenemos.
Alfonso Romero