El Planeta mandó a parar

Hace treinta años, los Científicos de Medio Ambiente y otros, lo pusieron de manifiesto “Los Gases Efecto Invernadero” son los responsables del calentamiento global.

Este Gas, el CO2, al ser expulsado a la atmósfera no tiene salida fuera de ella, con lo que se queda en las capas de la misma, creando con ello una barrera para la salida del calor rebotado de la tierra producido por los rayos solares, creándose así, el aumento de temperatura en todo el Planeta, este es el «efecto Invernadero», (esto ya es sabido por todos, pero hay que seguir en la concienciación).

El primer sector más contaminante son los Combustibles Fósiles, la siguen la Agricultura, la Industria de la Moda, el Comercio Minorista de la Alimentación, la Industria del Transporte, la Industria de la Construcción y muchas otras, son datos estadísticos.

Dos ejemplos de consumo de combustibles fósiles, bien conocidos; El 26 de de Mayo de 2023, según Flightradar24, despegaron 524.666 aviones, en todo el mundo, y, esa jornada, hubo 22.000 aviones volando al mismo tiempo. Los vehículos en circulación en el mundo entero se calculan en unos 1.446 millones, según la Agencia de Marketing digital HEDGES &COMPANY.

La infernal y destructora carrera del proceso de producción capitalista, a costa de los recursos naturales del Planeta, que provocan su devastación, nos está llevando a su destrucción.

Este sistema de economía sólo piensa en su enriquecimiento, para ello promociona, permanentemente, la sociedad consumista que tenemos. Lejos queda su preocupación por el hambre, la pobreza y las enfermedades en los países empobrecidos por ellos mismos.

Nuestro Planeta está “mandando a parar” desarrollando inmensos incendios forestales, tornados destructores llenos de furia, sequías exterminadoras, inundaciones como brazos de mar en forma de tormentas apocalípticas. Su furia ha quedado patente con el gran desastre reciente en nuestro país. Pareciera como una venganza hacia los miles de vehículos que contaminan el Planeta y destruyendo el más hermoso y único lugar donde se puede vivir felizmente, si lo cuidamos como merece y, arrastrando, de paso, vidas humanas lamentablemente. Han sido arrastrados y amontonados como en los desguaces que hacemos los humanos, con una brutalidad que sólo la naturaleza puede realizar. Ha reclamado los cauces naturales de sus aguas para discurrir libremente hacia el mar, de donde salen, para continuar el proceso vivificante de todo el Planeta, pero la ambición desmedida del Urbanismo ocupó los canales ancestrales de las correntías.

La mar también se ha alzado, en trombas, quizás reclamando las inmundicias vertidas en él, y contra esos mares de plástico infames que destruyen la vida marina de tantas especies, dentro y fuera, que dependen de él, incluidos nosotros mismos. Si yo fuera creyente, de cualquiera de los Dioses que dicen existir, podría pensar que es un castigo merecido, pero soy creyente de la Ciencia.

O paramos esta locura consumista, innecesaria, desequilibrada y absurda o puede ser el principio del fin. Necesitamos realizar una APOCATÁSTASIS URGENTE (retorno de las cosas del Planeta a su punto de partida) o podríamos dirigirnos al APOCALIPSIS.

Alfonso Romero

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