Y de colores. De todos los colores… Las corales de San Sebastián de los Reyes y Alcobendas van a llenar el cielo de colores -todos los que tiene la música- el día 15 de julio. «Encuentro virtual de corales» le han llamado, y nos lo van a mostrar ese día, el miércoles, 15 de julio, a las 20.00 horas, en sansecoral.com. El concierto lo han preparado junto a dos corales más, la de los sanitarios del Reina Sofía de Murcia y la Coral municipal Luigi Boccherini, de Boadilla del Monte. La obra la han ido construyendo, poquito a poco, con cuidado, en tiempos de confinamiento. Esta es la historia.
Se encontraron, como todos nos encontramos, con la sorpresa amarga del confinamiento. La primavera silenciosa, esa que nadie se esperaba. Y se encerraron, como todos nos encerramos, a esperar que pasara el tiempo necesario. Cancelaron, claro, los ensayos presenciales, y le abrieron así una pausa, callada, a la rutina bulliciosa con la que habían ido creciendo -con la que han ido creciendo (cada miércoles, cada viernes)-, durante más de 20 años. Cancelaron así, como todos cancelamos, el mes de abril. Y luego cancelaron el mes de mayo. Y por el camino perdieron -me cuentan- a Pepe, que seguramente se ha llevado toda su música a esa otra parte de la que ya no se vuelve. Seguro que se la ha llevado allí y seguro que está alegrándole el corazón a tantos que también se han ido en estos meses.
«Nuestro corazón, como grupo -me cuenta Lourdes, de la Coral-, se quedó apagaíto con la muerte de una buena persona por culpa del Covid19, Pepe Navacerrada».
Se quedó apagaíto el corazón un instante… pero solo uno.
Solo un instante… porque, a voces, rompieron el silencio. Y a voces, volvieron a encender todas las luces. De colores. Y le cantaron al cantor que se fue. Le cantaron como canta la gente que ama. Sonaron y suenan así. In memoriam: José Manuel Pérez Navacerrada.
Y llegó el mes de abril
En abril habían empezado a hacer pruebas a ver si funcionaba «el tema este de vernos en el ordenador: nos conectamos por videoconferencia, por cuerdas, y probamos a seguir con los ensayos online».
Y probaron y probaron y probaron y… «fue sorprendente cómo en poco tiempo -me cuenta Lourdes- empezamos a retomar las clases de esta forma, y, además, mucho más productivas: solo escuchábamos el piano y cada cual seguía desde casa la partitura».
Grabaron los ensayos, el In memoriam (estremecedor), repasaron una y otra vez el Réquiem de Mózart y Doce Partituras de Guateque (años 60-90), con Arreglos para Grupo Coral, de Fernando Terán, el director de la Coral: Dancing Queen, Black is black, Un beso y una flor, Cuéntame, Quince años…
Y llegó junio, y, en colaboración con la coral amiga de Alcobendas, grabaron otra pieza espectacular: O fortuna-Carmina Burana, de Carl Orff. Una joya (otra), con la que han participado -lo hicieron el día 19 del mes pasado- en un concierto virtual de la Federación Coral de Madrid.
Y el ocho de julio, al fin, se encontraron. En un parque. A cielo abierto. Se encontraron a cielo abierto y cantaron al aire. Libre. Y libres. «Y ahora estamos en marcha con nuestro propio concierto virtual, que publicaremos en nuestra web, el día 15. Le hemos llamado Encuentro Virtual de Corales«.
Lo han preparado las corales de aquí, la de SanSe y la de Alcobendas, y han invitado a dos corales más, la de los sanitarios del Reina Sofía de Murcia y la municipal Luigi Boccherini, de Boadilla del Monte. «Incluiremos un vídeo de cada coral cantando, cada una de ellas dirigida por su director».
El cielo, abierto, de corales. Y de colores. De todos los que tiene la música. Hacía falta. Y están. Será mañana, a las 20.00 horas.