El arte de la democracia

Guion para mantener u obtener un puesto en la administración pública, es irrelevante que sea en la administración de justicia o en la educación o en la administración del estado o en el ayuntamiento… llevamos así con este método lo mismo que la suma del periodo de dictadura y su transición inacabada. Mismos métodos misma gente o estrategias.

Habiendo obtenido el puesto de manera lícita procure rápidamente rodearse de gente que dependa de usted para su sustento y comodidad, ellos asegurarán su continuidad aún en detrimento de sus ideas (más vale estómago saciado). De esa manera tendrá años de placidez sin tener que pelear con el día a día de la su labor primaria que es la de enseñar, legislar o gestionar.

Una vez terminada su labor tendrá un equipo continuista con su misma metodología. Y si es posible alguna que otra medalla o gratificación por la labor realizada, omito decir si esa labor es buena o mala, cada cual juzga según unos criterios diferentes.

Para que perdure su labor nombre a un sucesor y procure asesorarle en cómo se ha de conseguir el puesto. Si en ese periodo apareciesen opositores más preparados procure mantenerlos en la ignorancia del proceso para que no se presenten.

En el caso desafortunado de que se presenten procure mantener una política afín al tribunal calificador, ya sabe usted que al menos una mayoría simple de ellos son de su cuerda. Bastará con que invalide el trabajo que se le presente para tener opciones a ganar, de otro modo sus opciones serían nulas, como lo serían nulas las opciones del equipo anterior de mantenerse en su puesto, tendrían que volver a sus lugares de origen.

Ahora bien, ¿usted no ha entendido el guion? Se lo desarrollo.

Ocurre el hecho en un instituto de formación profesional de Sanse. De nombre andaluz para no dar pistas. La o el antigu@ director@ tiene a bien tomarse su descanso dejando su puesto provisionalmente ocupado por alguien de su equipo. Debiéndose concursar para la obtención del puesto se presentan ¡oh sorpresa! dos equipos bien diferentes y con programas de como tiene que ser la educación publica sustancialmente diferente.

Primera fase, una vez pasado la fase de méritos la cual no se puede manipular, se da la circunstancia de que hay un resultado positivo demasiado abultado para el concursante nuevo, superando en al menos 3 puntos al que se posicionó como continuista, solo hay una solución y no quiero pensar que se trata de alguna estrategia de una mente privilegiada y es tratar de que no se presente la solicitante a la segunda fase.

De algún modo se invisibiliza la nota informativa, y no se comunica verbalmente la fecha ni el lugar de la presentación del trabajo (aunque parece ser que eso no es de obligado cumplimiento, es decir no es ilegal, pero si a legal y poco ético), ni las reuniones preparatorias del tribunal. Si eso no da resultado, en este caso, porque se le escape a un compañer@ un “suerte mañana en la presentación “se opta por otra estrategia que es la de denigrar un trabajo y exposición brillante (o al menos buena, califico de brillante porque esa observación se hizo en la presentación de este en el curso de directores y eso que no estaba del todo desarrollado) para que no se pueda sumar la nota de este a la nota de la primera fase, ya que en ese caso habría victoria abultada.

Como conclusión se puede decir que seguimos los mismos métodos de amiguismo que se hacen en la administración de justicia para prosperar, o en la de defensa para aupar generales o en la de diplomacia para la consecución de embajadas, y en otros muchos estamentos vamos lo que se puede llamar el tardofranquismo instrumental.

Enhorabuena a los que se llaman demócratas apuntalando esas estrategias y que os den por ahí.

Rubén Mora García