Menos Privatizar.
Menos Postureo.
Más Calidad Asistencial.
Más Seguridad para los Profesionales.
Me niego a recibir un Premio de esta forma. ¿Significa que se paraliza inminentemente la privatización de la Sanidad Pública?. No.
¿Significa que los profesionales sanitarios, que se han dejado algo más que la piel en esta pandemia, van a conservar un empleo estable? No.
¿Significa que los profesionales de la Salud vamos a estar más protegidos y mejor? No.
¿Significa que va a suponer un incremento en Formación, mayor inversión en Centros asistenciales, más investigación y recursos técnicos para detección y tratamiento de enfermedades infecciosas? No.
¿Significa considerar a todos los que atienden directamente a los usuarios de la Sanidad Pública como Profesionales Sanitarios, cualificados y definidos? No.
Entonces, ¿a qué viene el Premio Princesa de Asturias de la Concordia?.
Probablemente sea para alabanza de aquellos que, con sus atropellos, decisiones insólitas, desmanes y descalabros, han salido en la foto de Díaz Ayuso junto al circo de Ifema, cantando el Resistiré, – haciendo que hacían -, y aplaudiendo a las puertas del pabellón 9 sin respetar medidas de distancia social y mascarillas al gusto. Ésto pasaba en Madrid y también en otros puntos de España.
Ellos no son representativos de los Sanitarios españoles y sí de los arribistas, lameculos y correveidiles.
Puede que se esté premiando los servicios prestados de los caballos de Troya que, sin prisa pero sin pausa, se han encargado de desmantelar el Sistema Nacional de Salud para entregarlo a manos privadas.
O, tal vez, para reconocer la labor de los que no han tocado ni un triste guante, desde sus despachos, apuntándose al carro del reconocimiento…
Pedro Mayor
-Trabajador Sanitario-