Felipe de Borbón dirigirá un discurso a los españoles hoy, a las 21.00 horas, para valorar la crisis del coronavirus. Es la segunda vez que lo hace de manera extraordinaria desde que heredara el trono de su padre, hace ya más de un quinquenio (fue coronado en junio de 2014). Pues bien, a esa misma hora del día de hoy, las 21.00, hay convocada una cacerolada-protesta contra los escándalos en los que se ha visto envuelta la monarquía española estos días.
Varios medios de comunicación han señalado estos últimos días a Felipe de Borbón como beneficiario de varias cuentas bancarias multimillonarias. Una de esas cuentas sería la de la Fundación Zagatka, propiedad de Álvaro de Orleans, primo de Juan Carlos de Borbón. Y Felipe de Borbón sería beneficiario cuarto de los fondos de esa cuenta (su padre, Juan Carlos, sería beneficiario tercero, y las infantas Elena y Cristina, beneficiarias en quinto lugar). Además, y según el diario británico The Telegraph, otra fundación, la panameña Lucum, con cuenta en el banco suizo Mirabaud, también tiene registrado a Felipe como beneficiario. En esa cuenta, Juan Carlos de Borbón habría recibido 100 millones de dólares del entonces rey de Arabia Saudí, Abdallah bin Abdulaziz, a través del Ministerio de Finanzas de ese país árabe. La cuenta y el ingreso de los 100 millones de dólares están siendo investigados por el fiscal helvético Yves Bertossa por su presunta relación con el pago de comisiones de la construcción del AVE a la Meca, según desvelara en su momento El País.
El pasado domingo, la Casa Real publicó un comunicado en el que señala que “en relación con las noticias aparecidas en el día de hoy sobre la entidad denominada Fundación Zagatka, Su Majestad el Rey [Felipe] desconoce por completo totalmente y a día de hoy su supuesta designación como beneficiario de dicha Fundación”. En el mismo comunicado, Felipe de Borbón asegura que tampoco tuvo conocimiento de su supuesta designación como beneficiario de la Fundación Lucum hasta marzo del año pasado y que entonces compareció ante Notario para manifestar que había dirigido “una carta a su padre, el Rey don Juan Carlos, a fin de que si fuera cierta su designación o la de la Princesa de Asturias como beneficiarios de la citada Fundación Lucum, dejara sin efecto tal designación, manifestando igualmente que no aceptaría participación o beneficio alguno en esa entidad, renunciando asimismo a cualquier derecho, expectativa o interés que, aún sin su consentimiento o conocimiento, pudiera corresponderles ahora o en el futuro en relación con la Fundación Lucum”.
Además, y una vez reveladas todas esas cuentas secretas, Felipe de Borbón ha renunciado a la herencia que pudiera corresponderle de su padre y le ha retirado la asignación que tiene fijada en los presupuestos de la Casa del Rey (194.232 euros anuales).
Sea como fuere, sea cierto o no que Felipe de Borbón ignoraba su condición de beneficiario de esas cuentas, hoy hay convocada, a las 21.00 horas, y coincidiendo con el discurso anunciado por Borbón, una cacerolada-protesta que ha sido promovida por numerosas entidades de la sociedad civil y apoyada por, entre otras, la líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez. ¿Objetivo de la protesta? “Que lo devuelvan todo y se lo entreguen a la Sanidad Pública”.
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