Según diversas fuentes vecinales y de representantes políticos anoche se montó la marimorena en Sanse.
Cinco de la mañana, zona del parque de los Arroyos, miles de jóvenes terminando la fiesta, intervención policial con disparos de pelotas de goma…
Y como en “crónica de una muerte anunciada”, todo el mundo sabía que anoche los jóvenes se iban a los parques. Porque en estas Fiestas no Fiestas, eso sí en honor al Santísimo Cristo de los Remedios, el ocio permitido y previo pago entre semana acababa a las 12 de la noche. A esa hora la policía te levantaba de las terrazas, multaba a quien bebiera en la vía pública no privatizada y la mayoría de la gente se iba para su casa.
Pero es que anoche era sábado y en Sanse eran “Fiestas”, prácticamente las únicas de la Comunidad Madrid. Eran Fiestas para todo el mundo menos para quién decidió llamarlas “Semana Cultural”, y el efecto llamada no se hizo esperar. La noche más concurrida, como siempre en la semana de Fiestas, es la del sábado, pero en esta ocasión las circunstancias eran especiales: cierre a la una de la madrugada de todo establecimiento, fin a la una de la madrugada de toda actividad lúdico – deportivo – cultural, porque la pandemia implica restricciones y medidas de seguridad.
Pero era sábado y en la Comunidad de Madrid se sabía que en Sanse había Fiestas. Era sábado, venía gente de otros municipios, todo cerraba a las 00 horas y la gente joven se iba a los parques, lo sabíamos todos. Lo sabíamos quienes tenemos hijos, o sobrinas, primos o amigas en esa edad en la que las Fiestas lo son todo. ¿Y el gobierno de Sanse no lo sabía? ¿No lo sabían las fuerzas de seguridad del estado? ¿Ni la seguridad privada contratada para la ocasión? ¿En qué consistía el protocolo de seguridad del gobierno de Sanse? ¿La seguridad y el control de accesos eran solo para el centro del pueblo y el recinto ferial?
Sí, se sabía que los chavales y chavalas se iban a los parques, a unos muy concretos, los más alejados del centro del municipio, ¿Por qué no se impidió la aglomeración? ¿Hasta las cinco de la mañana el gobierno y sus fuerzas de seguridad no sabían que había cientos, o miles de personas en el parque de la Araña o en el de Los Arroyos? ¿Se permite la concentración para luego reprimirla a disparo limpio de pelotas de goma?
Los representantes políticos de un territorio, su gobierno, su Alcalde y su Vicealcalde, tiene la máxima competencia y son en última instancia los máximos responsables de las decisiones que adoptan y sus consecuencias. Estas Fiestas, no Fiestas, han sido decisión suya, así lo han asumido Narciso Romero y Miguel Ángel Martín Perdiguero por tierra, mar y aire, incluso la revista municipal La Plaza ha dejado testimonio de que ellos dos, solo ellos dos, se dirigían al pueblo de San Sebastián de los Reyes en esta “Semana Cultural en honor al Santísimo Cristo de los Remedios”.
La responsabilidad política se paga en las urnas, pero la irresponsabilidad puede tener múltiples consecuencias. Las primeras fueron anoche, con una intervención policial tardía y violenta (porque disparar pelotas de goma no parece un método muy dialogante), con una aglomeración de personas, sin distancia ni mascarillas, nada deseable en tiempos de pandemia, o con destrozos en mobiliario público o coches de policía que saldrán de nuestros bolsillos. Otras consecuencias están por ver, y pueden ser las más dramáticas.
Ya hubo quien advirtió de estos riesgos a tiempo, ya hubo quien pidió que no hubiera Fiestas, pero el gobierno de Sanse tomó sus decisiones. Ahora toca pedir responsabilidades, y sobre todo «memoria».
https://www.facebook.com/1705511449728050/videos/581443119699886 Aquí un video en el que se escuchan claramente los disparos.