En Iznájar (Córdoba), el 3 de junio, un joven encuentra al llegar a casa los cadáveres de su padre y de su madre. El padre, Juan Antonio, ha asesinado de un tiro de escopeta a su madre, Piedad, de 51 años, y tras escribir una nota, se ha pegado un tiro con la misma escopeta. El asesino ha dejado huérfanos a 2 jóvenes adolescentes.
Lisbete Lastre, de 45 años, estaba a punto de dejar el domicilio familiar; se encontraba tramitando el divorcio de Erasmo Lazcano, periodista luso de 53 años. Ambos vivían en Ayamonte, Huelva, y tenían un hijo de 4 años. El 8 de junio, Erasmo entró en el domicilio y asesinó a Lisbete de un fuerte golpe en la cabeza. Después, se suicidó de un tiro. Minutos antes, había dejado un mensaje en sus redes sociales: «Si tú caes, caigo contigo y nos levantamos juntos, ¿entiendes? Porque de eso se trata, mi amor, ayudarte y ayudarme a seguir adelante».El húerfano de 4 años, ha quedado bajo custodia de su abuela materna.
El 9 de junio, en el Barrio de Escaleritas (Las Palmas de Gran Canaria), el cadáver de Rosi, mujer de 61 años es encontrado por su hijo en la cocina de su domicilio, ensangrentado y con signos de violencia. Al día siguiente, la policía detiene a un hombre conocido como Pepe “El Liso”, que confiesa haberla asesinado a golpes. Los medios de comunicación se hacen eco de que la víctima y su verdugo eran amigos, aunque los vecinos confirman que llegaron a tener una relación como pareja hace años. Este crimen no será considerado como asesinato por “violencia de género” y, si probáis a buscar en internet “asesinada en escaleritas”, encontraréis diferentes publicaciones que dan la misma noticia, pero en la búsqueda os aparecerá el detalle de “Falta: Asesinada”; es decir, el buscador encuentra a la primera la información, pero en ningún titular aparece la palabra asesinada, a pesar de que el asesino confesó el crimen.
En la noche del 9 de junio, en Aranjuez (Madrid), un hombre de 35 años, J.M.J., desde una ventana del piso en el que vive, espera que pasen por la calle su suegra, que vive cerca, y 2 de sus cuñadas, que la acompañaban, y les pega un tiro a cada una. La mujer de 35 años, Lisette Fernández, recibe un tiro en el pecho y muere mientras el SUMMA realiza maniobras de reanimación que resultan inútiles. La mujer de 50 años, suegra del asesino, recibe un disparo en la pierna. La otra mujer, de 23 años, un tiro en el abdomen. Todo apunta a que el asesino está buscando venganza, castigar a su mujer, que acaba de abandonarle.
El 11 de junio, 2 días después, muere en el hospital la hermana de Lisette, Montserrat Fernández (de 23 años), como consecuencia del disparo en el abdomen que le había atestado su cuñado.
Ni pactos de estado, ni palabrería televisiva en campaña; NINGUNO DE ESTOS 2 CASOS será considerado como asesinato de género, ni machista; NADA. Disputa familiar, ¿cómo lo veis?
Beatriz Arroyo, de 29 años, había confesado a algunas de sus amistades que pensaba dejar a su novio, Viorel. Lo había intentado ya varias veces, pero él terminaba siempre convenciéndola para que no lo hiciera. Habían trabajado juntos en una pizzería (ella de camarera y él de cocinero), pero en los últimos meses ella había empezado en una horchatería, según cuentan sus amistades, como parte de su voluntad de alejarse de Viorel y poder separarse definitivamente. El 10 de junio, en Alboraia (Valencia), localidad donde vivían, Beatriz llegó a casa, planteó aViorel su intención de cortar la relación, y éste la asesinó de un montón de puñaladas. Pasó toda la noche encerrado en casa con el cadáver y por la mañana se tiró por el balcón del 5º piso de la vivienda, falleciendo en el acto.
Isabel Elena Raducanu, de 36 años, vivía en Xátiva (Valencia) hacía aproximadamente 1 año, aunque llevaba bastantes más en Valencia. Tenía una hija de 6 años y estaba embarazada de 6 meses de su actual pareja. Fue él, de 32 años, quien el 11 de junio encontró el cadáver al llegar a casa. Isabel estaba desnuda sobre la cama, degollada y con un fuerte golpe en la cabeza. La policía asegura haber comprobado que él estaba trabajando cuando se cometió el crimen, por lo que de momento no resulta sospechoso. Él mismo reconoció que Isabel ejercía la prostitución, incluso estando embarazada de 6 meses. Se desconocen más datos y el crimen está en investigación.
El 14 de junio, en Córdoba, tras declararse un incendio en una vivienda, los servicios de emergencia encuentran en su interior los cadáveres de un hombre y una mujer. Tras las primeras investigaciones, todo apunta a que eran pareja hacía unos meses; el hombre, de 45 años, asesina a cuchilladas Ana Lucía Silva, de 49, prende fuego a la casa, suicidándose después con el mismo cuchillo con el que ha cometido el crimen.
En Mataró (Barcelona),el domingo 16 de junio2 ciudadanos rusos acuden al domicilio de una amiga que les ha pedido que comprueben que sus hijos están bien. Los dejó 2 días antes solos en el domicilio para viajar a su país. El sábado 15 algunos vecinos aseguran haber escuchado una fuerte discusión entre el hermano y la hermana. Como la madre hablaba con ellos por teléfono a diario y no conseguía dar con ellos, pidió a unos amigos que se aseguraran de que estaban bien y éstos tuvieron que acceder a la vivienda por la terraza de un vecino, para descubrir el cadáver de la menor de 14 años sobre la cama de su habitación, con signos de haber sido degollada. Las paredes de la vivienda están llenas de sangre. Desde ese mismo momento, la policía busca al hermano de 17 años, aunque según la versión oficial, NO como sospechoso, sino para proteger su integridad. Días después, se confirma que la adolescente de 14 años fue asesinada. El caso está en investigación y, por el momento, no se conocen más detalles.
El 17 de junio, un vecino de 37 años, residente en Cabezabellosa (Cáceres), es detenido como autor del asesinato de Petra, de 85 años, de la misma localidad. Él mismo confiesa haber matado a golpes a la mujer, con una barra de hierro. No se conoce vínculo familiar entre ambos y la policía también ha descartado el robo como motivación, por lo que los hechos están siendo investigados.
Algunos vecinos de Ángela Yunta, de 88 años, que vivía en Pozondón (Teruel), decidieron presionar al ayuntamiento el pasado mes de abril para que interviniera ante el hecho de no tener una sola noticia de ella desde hacía 2 años, a pesar de que vivía con su hijo Pedro (de 48 años) y su hija Isabel (de 50), que responden con evasivas cuando preguntan por la anciana. Petra tenía problemas de movilidad, por falta de visión. Tras alerta cursada por el ayuntamiento, el pasado 19 de junio, la policía localiza el cadáver de Ángela, que había sido emparedada dentro de un armario en su domicilio. Su hijo Pedro confiesa haberla asesinado y tanto él como su hermana han sido detenidos. Habían ocultado el cadáver de su madre durante 2 años para poder seguir cobrando su pensión.
La desaparición de Mónica Borrás, de 49 años, en agosto de 2018 en Terrasa (Barcelona), es denunciada por su pareja. El 19 de junio de este año, la policía detiene a su asesino, que confiesa el crimen, y buscan el cuerpo de Mónica en el jardín del domicilio que compartían, y en el que él continua viviendo. Aparece el cadáver de Mónica y el detenido confiesa a la policía haberla matado a golpes. Las investigaciones llevadas a cabo a través del móvil de Mónica, sus RRSS y sus cuentas bancarias, indican que el crimen tuvo lugar en el propio domicilio entre las 10 y las 11 de la mañana del 7 de agosto. Su asesino la enterró en el patio de casa para ocultar los hechos.
El 21 de junio, en Fuengirola (Málaga), un hombre de 49 años está en un pub irlandés de la localidad, acosando a varias mujeres que se encontraban en el mismo. Otro hombre, de 53 años (cuya acompañante estaba en el grupo de mujeres acosadas), recrimina su actitud al agresor, que rompe varias botellas de cristal y, de forma inesperada, ataca al de 53 años, produciéndole numerosos cortes en todo el cuerpo, resultando los del cuello de carácter mortal. El hombre es retenido por el personal de seguridad hasta que acude la policía.
En Icod de los Vinos (Tenerife), también el 21 de junio, un hombre de 54 años llama a los servicios de emergencias porque, según él, su mujer ha muerto. La policía halla el cadáver de la víctima, de 63 años, en el domicilio que compartía con su agresor, que es detenido y acusado del crimen (por un fuerte golpe en la cabeza), además de un delito de maltrato habitual, basado en las lesiones encontradas en el cuerpo de la mujer por los forenses.
En la madrugada del 29 al 30 de junio, en Elda (Alicante), los servicios de emergencias acuden a un edificio de viviendas del que – según el hombre de 57 años que hace la llamada – ha caído desde el balcón su compañera de piso, mujer de 37 años. Hacía ya 6 horas cuando él hace esa llamada (según los forenses, se podría haber salvado su vida si hubiera sido atendida antes). El día 30, el juez deja a hombre en libertad con cargos, acusado de un delito de omisión de auxilio. 5 días después, ayer viernes día 5, la policía detiene al asesino porque – además de las pruebas forenses – el testimonio de 2 testigos protegidos les ha llevado a la conclusión de que la mujer NO CAYÓ DESDE EL BALCÓN (9 metros de altura), como él había dicho. Fue ASESINADA y el caso está en investigación.
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De estos 14 asesinatos, el Gobierno sólo va a contabilizar 3 como cometidos por violencia de género (dado que la calificación de violencia machista NO EXISTE como tal en nuestra tipificación de delitos). De 14, sólo 3. De esta forma, cuando los medios de comunicación deciden obsequiarnos con su generosidad y nombrar a las que ya no están, lo hacen – con el Gobierno como cómplice – para contarnos, como en este mes de junio, que ya han llegado a 1000 el número de mujeres asesinadas desde que se lleva el recuento. Entendemos que esta cifra debería ESCANDALIZAR a cualquiera, pero el caso es que NOSOTRAS (y, por supuesto, las instituciones y los medios) CONOCEN LA VERDAD y manipulan los datos para no tener que reconocer que, como mínimo, van ya el doble de víctimas, son ya más de 2000 mujeres asesinadas desde que se empezó a llevar la cuenta.
El señoro de Aranjuez que se lía a tiros con su suegra y 2 de sus cuñadas porque acaba de abandonarle su mujer, se carga de golpe a 2 mujeres que nunca formarán parte de los listados que se manejan. El “razonamiento” que se nos da: Que las asesinadas no eran parejas suyas, que se trata de una disputa familiar.
Mónica Borrás, que desapareció en agosto del año pasado y cuyo cadáver ha aparecido en junio enterrado en el patio del asesino confeso – con quien compartía vivienda antes de ser asesinada, aunque parece que habían decidido romper como pareja meses antes – TAMPOCO será considerado como caso de violencia de género. ¿Por qué? Porque “se desconoce si víctima y verdugo mantenían en realidad alguna relación sentimental”. ¿Qué os parece?
Y así, un largo etc. de EXCUSAS ABSURDAS que no convencen a nadie. Durante el año que se estuvo negociando el Pacto de Estado, nos dijeron que ya no habría distinción entre los asesinatos a mujeres/pareja o mujeres con las que el asesino no tuviera relación. PERO ESTÁ CLARO QUE ESO NO ES CIERTO. Ni teniéndola siquiera; todo parece estar en manos de lo que en cada momento decida el gobierno de turno porque lo que tiene que ver con nosotras SIEMPRE SE POSPONE. No es importante.
El asesinato de Ana Lucía, en Córdoba, por parte de su pareja, ¿sabéis que tampoco cuenta como violencia de género? A pesar de quedar demostrado que Ana Lucía fue asesinada con un cuchillo, antes de declararse el incendio, las autoridades deciden que – como no se conocía que fueran pareja y nadie va a ponerse a indagar – tampoco formará parte de esa lista negra y vergonzosa que manejan los medios y las instituciones.
Podéis imaginar qué sigue pasando cuando el asesino secuestra a la víctima, la viola, la descuartiza, si resulta que no la conocía de nada, o que era – simplemente – su vecina. Imaginaréis qué pasa cuando la asesinada ejerce la prostitución y su asesino es un cliente. O cuando es el hijo quien asesina a su madre, o como el señor de 53 años que hace unas semanas plantó cara a un acosador en un garito en Fuengirola, y éste le golpeó con unas botellas rotas hasta terminar con su vida.
Este mes, como parte de sus artificiales y aburridas discusiones a golpe de cámara y rueda de prensa están teniendo quienes representan a algún partido político, Javier Maroto (del Partido Popular) ha llegado a soltar en medios de comunicación que “el problema de la violencia de género son las denuncias falsas”. Y, no sólo se ha quedado tan ancho sin consecuencia alguna, sino que los/las periodistas ni se han molestado en “re-preguntar”, intentar aclarar con él, comentar, criticar, etc. el hecho repugnante de que un representante público suelte semejante barbaridad en los medios.
Y NOSOTRAS SEGUIMOS AQUÍ. Nos llamen como nos llamen, nos insulten o nos hagan el vacío. Hay algo con lo que estos machirulos NO CUENTAN: Somos MUJERES y, por tanto, estamos acostumbradas a LUCHAR. Esa lucha NOS HA HECHO FUERTES Y TENACES. Estamos JUNTAS y SOMOS MUCHAS. NO vamos a marcharnos a ninguna parte; no vamos a rendirnos después de tantos siglos reclamando LO QUE ES NUESTRO.
Y, por si alguien no lo tiene claro, CAMBIAR EL MUNDO NO SERÁ ALGO QUE PODAMOS HACER SIN LAS MUJERES. Imposible terminar con el capitalismo sin derrocar al patriarcado; impensable AVANZAR sin NOSOTRAS. Ni luchar por el planeta, ni por los derechos animales. Sin el FEMINISMO, NO HAY FUTURO. Y, como no tengáis esto en cuenta con urgencia, el planeta y la civilización que conocemos DESAPARECERÁ.
#NecesitamosATodas #AnteLaDudaTúLaViuda #NiUnaMás #NiUnaMenos #MachismoMata
Ladybird