El 16 de Julio de 1898, hace 122 años, el ejército español rendía Santiago de Cuba al cuerpo expedicionario bélico de Estados Unidos. El general Shafter impidió a los independentistas cubanos entrar en la ciudad.
A la guerra de Cuba se opusieron el ex presidente de la I República Francisco Pi y Margall que escribía en 1895 “Cuba libre en la Nación libre”, hoy detenta una estatua en el parque Víctor Hugo del vedado de La Habana. Otro fue Pablo Iglesias Posse que opinaba de la siguiente manera:
«Pedid con energía, reclamad con fuerza que vayan a Cuba los hijos de los ricos, que no se exima nadie, y veréis cómo produciendo con él una viva agitación en toda España, conseguís que la guerra acabe pronto. El patriotismo que tanto tienen los ricos en los labios, es mentira, y en cuanto vean que sus hijos corren el riesgo de ser sepultados en el mar o morir del vómito o de otro mal grave en los hospitales de Cuba, se apresurarán a buscar el medio de que la insurrección termine».
Otro socialista, el fundador de la agrupación del PSOE en Alicante, Federico Valero Arrach, fue condenado a 6 meses de cárcel por hacer proselitismo contra el envío de soldados españoles a Cuba.
El final es conocido, el ejército de EEUU usurpó la victoria y la independencia a los rebeldes cubanos y mantuvo un protectorado en la isla hasta 1959, a la que hoy sigue agrediendo y bloqueando.
Ya lo advirtió el Conde Aranda en 1783:
“El primer paso de esta Potencia (EEUU) cuando haya logrado engrandecerse será apoderarse de las Floridas a fin de dominar el golfo de Méjico. Después de molestarnos así, aspirará a la conquista de este vasto imperio que no podemos defender contra una potencia formidable establecida en el mismo Continente y vecina suya. Estos temores, Señor, son bien fundados y deben realizarse dentro de breves años, si no presenciamos antes otras conmociones más funestas en nuestra América”
Este país, desde 1953, ocupa diferentes puntos de la geografía peninsular con tropas propias, a día de hoy todavía ostenta la Base de Rota y opera en la de Morón de la Frontera con sus fuerzas aéreas, haciendo de España una colonia geoestratégica para sus intereses.
Cuba y los soldados de Alcobendas
Entre 1895 y el año 1897, 25 vecinos de Alcobendas, de los extractos más humildes de la población, porque los adinerados podían pagar su excedencia, fueron enviados a la Guerra de Cuba, como soldados, mediante quintas.
Dos de ellos, Felipe Homobono y Francisco Sánchez fallecieron en 1898, uno en combate y el otro quizás por enfermedad contraída en la isla. El primero era hijo de Lucio Homobono Expósito y de Severina Picado Otero, a los que se les concedió el 4 de Septiembre de 1900 una pensión por parte del estado por la muerte de su hijo. Este era familiar del posterior dirigente socialista de la localidad durante la II República en la población, Delfín Homobono Rene.
Estos Alcobendeños, defendieron una causa equivocada, al servicio de los “indianos” españoles en ese territorio del Caribe, empresarios del ferrocarril, negreros o azucareros, que presionaron para mantener el estado colonial en Cuba, anulando cualquier acuerdo de autonomía o independencia con otros y otras hermanos y hermanas que solicitaron la conformación de un estado soberano en ese territorio de ultramar.
El comportamiento avariento del empresariado gandul y rentista hispano en esa zona de América y la actitud tardo imperial de las élites políticas de la restauración, causó que miles de españoles, muchos de ellos analfabetos, entre ellos mi tío abuelo Emilio De Diego lugareño de Valdetorres del Jarama, se ubicaran en un conflicto armado, mal equipados militarmente, en precariedad sanitaria y peor alimentados.
Ese esfuerzo, valiente, honesto, arrojado y osado, del soldado de pie, de un ejército compuesto de labradores, obreros textiles y jornaleros, en contraposición de una oficialidad licenciosa, medrosa e inepta, exceptuando el general Joaquín Vara del Rey a contar entre muy pocos más. Ese ahínco del militar de base en Cuba y su sacrificio en vano, lleva más de un siglo esperando su calle, memoria o reconocimiento institucional en esta ciudad de Alcobendas.
Dejo aquí este texto en su recuerdo y honor.
Eduardo Andradas
Concejal de Podemos en Alcobendas