Hoy falta un mes para que venza el plazo para presentar las candidaturas para las elecciones municipales del mes de mayo. Sin embargo en Sanse no hay noticias de Podemos, ni de qué va a hacer. ¿Se va a presentar? ¿No lo va a hacer? ¿En coalición con otro u otros partidos? Y sobre todo, ¿con qué lista?
En la Comunidad de Madrid hemos asistido a la repetición de las primarias para conformar la candidatura regional tras la espantada de Iñigo Errejón y su tropa. La lista que había sido elegida, sencillamente, no valía ya. No sólo el cabeza de lista ha salido por patas, sino que buena parte de los integrantes de su lista se han ido con él, invalidando de esa manera los resultados y obligando a la formación morada a realizar unas nuevas primarias, donde Isabel Serra y su equipo han sido elegidos y conformarán la nueva candidatura.
En ese equipo se encuentran gran parte de las personas que mueven los hilos a nivel organizativo en la región madrileña. Jota Cañadas y Carolina Alonso formaban parte del núcleo duro del ya dimitido Ramón Espinar, y son los artífices de impulsar la Comisión Técnica (el eufemismo utilizado para no decir gestora) con la que controlan la agrupación de San Sebastián de los Reyes. Y desde que Podemos Sanse se encuentra en esta situación no han dado la cara por la asamblea para dar explicaciones sobre qué se está urdiendo para las municipales, que están a la vuelta de la esquina.
En este caso, la decisión de montar una gestora viene dada por la dimisión de Marián González, Secretaria General del Círculo y número 1 en las listas tras unas primarias envueltas en dudas (o más bien certezas) de fraude. Quien fuera el número 2 de esa lista, Iván Cardador, sobre quien recayeron gran parte de las sospechas por el incremento sustancial de votos y por sus declaraciones en redes sociales dando las gracias por la alta participación cuando aún no se conocían estos datos, siguió los pasos de Errejón para montar Más Sanse, la franquicia local del nuevo partido del ex número 2 de Podemos.
En esta tesitura, muy similar a la acontecida en la Comunidad de Madrid, lo lógico sería hacer borrón y cuenta nueva y realizar unas nuevas primarias, a ser posible presenciales para evitar suspicacias, para que los y las inscritas en el partido pudieran elegir una nueva lista. Sin embargo, la realidad es que desde la Comisión Técnica (la gestora) no dan señales de por dónde van a ir los tiros. O sí, porque los rumores apuntan a que el candidato será Juan Angulo, quien debería figurar en el número 4 tras la lista de las anteriores primarias y que es visto con buenos ojos por la dirección regional.
La decisión de imponer un candidato es vista con recelo desde amplios sectores de Podemos en Sanse. Primero, porque Juan Angulo no se ha presentado a cabeza de lista y, por lo tanto, no podría serlo sin el refrendo de las bases. Segundo, porque su gestión ha sido calificada como «tibia» por parte de la asamblea en un asunto tan trascendental como el fraude ocurrido en las primarias que ya se celebraron. La asamblea ha defendido por activa y por pasiva la repetición de dichos comicios tras destaparse que alguno de los candidatos había hecho trampas, pero tanto desde la dirección regional como desde la gestora (de la que Angulo también forma parte) han hecho oídos sordos a esta petición.
Y tercero porque el «dedazo» está en las antípodas de lo que debería ser un partido democrático y transparente. Algo que queda también en entredicho viendo la actuación que hasta ahora está teniendo la (mal)llamada Comisión Técnica. En la asamblea de finales de diciembre algunos de los presentes instaron al Consejo de Coordinación (un órgano interno del Círculo elegido a dedo por la Secretaria General, aunque refrendado por la asamblea a posteriori) a abrir negociaciones con otras fuerzas políticas, concretamente con Izquierda Independiente, Equo y Asamblea Sanse Sí Se Puede. Si bien no se llegó a ninguna posición al respecto en aquella bronca asamblea, me consta que a día de hoy se han debido reunir con Izquierda Independiente pero no lo han hecho ni con Equo ni con SSP, el partido de Julián Serrano.
¿A qué se debe esta discrecionalidad? ¿Es esta la forma de actuar que se espera de quienes dicen representar unos valores? Me parece que están muy equivocadas algunas personas en Podemos si creen que los y las inscritas van a aceptar a pies juntillas que se les impongan unos candidatos o unas alianzas que no han decidido. El «no nos representan» se refiere precisamente a actitudes como esta. ¿Es que no os enteráis?