«La obra de Cervantes es una consecuencia de su propia vida. Por eso sus mujeres protagonistas eran de gran personalidad, fuertes, decididas y que no tenían como fin el matrimonio».
El colectivo de Personas Mayores para la Participación, AMAPACI, celebró hace unos días una conferencia coloquio sobre «Las Mujeres en la vida y obra de Cervantes, en una sala de la Biblioteca Central de Sanse prácticamente llena.
Reproducimos a continuación la nota de prensa emitida por el colectivo AMAPACI.
«Se comenzó con la intervención de MARIBEL MESON, quien presentó a nuestro invitado en nombre de AMAPACI, Asociación de Mayores para la Participación Ciudadana, organizadora del Acto.
EL Conferenciante FRANCISCO PEÑA MARTIN, Director de la Agencia Universitaria para la Gestión del Conocimiento AUGE.
La sala, con una capacidad de 100 personas, estuvo al completo y la participación de los asistentes tras la Conferencia fue activa e interesante.
Francisco Peña nos presentó a un Miguel de Cervantes y Saavedra diferente al que nos tienen acostumbrados los textos literarios que hemos tenido, tradicionalmente, a nuestro alcance. Un Cervantes que nació, se educó y vivió siempre dentro de una familia que, como una piña, se protegió y ayudó.
En los comienzos del siglo XVII nos presenta a una familia regida por el matriarcado, donde la figura de la madre y de sus tres hermanas es fundamental para Cervantes. Estas mujeres son las que lucharon buscando el dinero para salvarle de su cautiverio en Oran y para que la familia viviera desahogadamente. La familia Cervantes Saavedra es una familia culta, y gracias a su conocimiento estas mujeres pudieron vivir sus vidas con una libertad e independencia que no tenían nada que ver con la vida de las mujeres, nobles o del pueblo, en dicho siglo. Una de las hermanas entró en un Convento de carmelitas de clausura y las otras dos nunca se casaron aunque si tuvieron hijos.
Esta experiencia familiar de Cervantes lo lleva siempre en su propia vida y en sus obras. El papel que da a las mujeres siempre es importante y honroso, haciéndolas protagonistas de sus historias. Les dotaba de libertad e independencia. Las dio la voz de la que carecían en su tiempo. La realidad de las mujeres de este tiempo era el de seres que, primero dependían del padre para pasar a depender del marido (las que no se casaban iban para el convento). El matrimonio para las mujeres significaba su supervivencia, ya que ni siquiera podían heredar porque pasaban todos sus bienes al marido. Incluso en este caso Cervantes fue diferente. Cuando se separó de su mujer, la devolvió toda su dote y se hizo cargo de sus posibles deudas.
La obra de Cervantes es una consecuencia de su propia vida. Por eso sus mujeres protagonistas eran de gran personalidad, fuertes, decididas y que no tenían como fin el matrimonio. Francisco Peña nos recuerda varias obras y sus protagonistas como la Dorotea de Don Quijote, la Gitanilla, La Ilustre Fregona, El amante liberal, La fuerza de la sangre, etc…. Que nos animó a leerlas y disfrutarlas buscando en toda su gran obra esta valiente libertad e independencia de sus protagonistas cuya voz estaba fuera de su tiempo.»