No sé si dirigirme a ti en español o portugués, o tal vez, en francés, o catalán, la cuestión es que me entiendas.
Lamentar que pongas en entredicho la honradez personal y política de las personas del Ateneo Republicano de Sanse. Más aún de Begoña, de la cual en un momento dado se podrá discrepar, pero siendo como es, una persona buena, benévola, dadivosa, noble, bregando siempre hasta la extenuación, por y para los demás. Querida por todos los que la conocen, me es imposible entender lo que dices de ella.
Voy a cometer la bajeza de ponerme a tu altura, por cierto muy baja, y decirte lo siguiente:
Con mucha frecuencia, ciertas personas utilizáis términos despectivos para referiros a hechos inciertos, e incluso a personas, pretendiendo «convencer» descalificando.
Procuremos no emitir juicios, ni utilizar palabras faltas de equidad, que no contribuyen al bienestar de nada ni de nadie, pero sin embargo si que destruyen.
Podemos estar en desacuerdo en cosas, y tener la libertad de expresarlo, pero dentro de parámetros de respeto y cortesía.
Está bien utilizar los medios, prensa, redes sociales, como herramienta para expresarnos, pero otros sólo las utilizáis cobardemente y amparados en el anonimato, con el único fin de intoxicar.
Por algún motivo, hay gente como tú, amargada, envidiosa, acomplejada e insatisfecha, que estáis agazapados en vuestras cavernas, esperando a que alguien diferente, comprometido, y cuando creéis que ha cometido un error, y pese a que no sea cierto, salís como buitres a la carroña, para lanzar comentarios inciertos y odiosos.
Decirte también, que guardes tus bilis para hacer la digestión. Si criticas, insultas sin motivos, tienes un gran problema.
Párate a pensar de dónde te viene esa rabia hacia alguien que no ha causado ningún mal, porque no es sana. Hay muchas posibilidades de que esté relacionado con algo de lo mucho que no te gusta de ti, y todavía no has sido, ni lo serás nunca, capaz de aceptar.
Por cierto, como no soy persona que no dé la cara, decirte que quien te ha escrito esto es:
Enrique Fernández Ramirez
«KIKE».