El comienzo del programa «Los primeros del cole» resulta caótico en el Colegio Público Antonio Buero Vallejo de Sanse. Numerosas familias se encontraron el pasado viernes con la sorpresa de que sus hijos e hijas no aparecían en el listado de inscritos en dicho programa municipal, cuando habían entregado las solicitudes durante el mes de Junio. Pero lo que más indigna a las familias es la actitud de la responsable de la Concejalía de Educación del Ayuntamiento, quien en la puerta del comedor del colegio se negaba a que pasasen los alumnos no apuntados. Hace dos años el centro se vio obligado a cambiar la empresa que prestaba el servicio para poder optar a la subvención otorgada por el Consistorio.
«Tu hija no va a entrar al comedor«. Así le espetó la trabajadora municipal a un padre el viernes pasado cuando este pretendía dejar a su hija en el desayuno, como viene haciendo desde hace muchos años. El motivo esgrimido por esta funcionaria (que no era parte del personal que presta el servicio habitualmente en el centro, sino que era enviada ex professo por parte del Consistorio para supervisar el primer día del curso escolar) era que su hija no aparecía en el listado de alumnos participantes de «Los primeros del cole«, a pesar de haber entregado en tiempo y forma la solicitud. Como este padre, al menos una veintena de familias se encontraron en la misma situación, viéndose obligados a pagar 3 euros para que sus hijos e hijas pudiesen desayunar, o teniéndoselos que llevar de nuevo, con el consiguiente perjuicio. La tarea de control de la entrada y salida de los menores corresponde, según el pliego de condiciones técnicas, a la empresa adjudicataria, Enasui, S.L., y no al Ayuntamiento.
Hay que recordar que «Los primeros del cole» es un programa organizado por el Ayuntamiento para favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral que en la actualidad tiene alrededor de 1.400 niños y niñas apuntados. Tiene un coste de 30 euros por alumno y mes, que las familias pagan directamente al Consistorio, quien a su vez paga a la empresa concesionaria. En el mes de mayo de 2016 se sacaba a concurso el contrato 20/16 para la prestación del servicio de «Actividades de ocupación del tiempo libre en días y horarios no lectivos en centros escolares» por un importe máximo de 824.394,41 € IVA incluido. De ellos, 491.904,87 euros corresponden al programa «Los primeros del cole«, de los que el Ayuntamiento recupera algo más de 300.000 euros con los recibos mensuales que cursa a las familias inscritas. La empresa concesionaria percibe también el importe de los días sueltos que paguen los niños y niñas que acuden en días sueltos, sin que las arcas municipales vean un céntimo de ese dinero. En el pliego del contrato se estima unos 350 niños y niñas en esta modalidad de días sueltos, por lo que los ingresos de la empresa por este concepto supondrían al menos 1.000 euros por cada día lectivo. En este último contrato sólo se presentó la mercantil Enasui, S.L., que, al reunir los requisitos, resultó adjudicataria. Es reseñable que dicho contrato no incluía ningún tipo de claúsulas sociales, a excepción de la subrogación de los trabajadores y trabajadoras que venían prestando el servicio.
En el año 2011 el gobierno municipal del Partido Popular decide subir las tasas del servicio de desayuno de 30 a 45 euros mensuales por alumno. El AMPA y la dirección del Buero solicitan entonces hacerse cargo de este programa contando para ello con la empresa que lleva el comedor. Pero en el año 2015 (año electoral) el PP decide volver a subvencionar «Los primeros del cole» dejando el precio en 30 euros para los alumnos de aquellos colegios que lo contratasen con la empresa concesionaria del servicio, provocando una clara discriminación con el resto de escolares, por lo que el Colegio se ve obligado a dejar de contar con su empresa y contratar con Enasui SL. Eso sí, con la condición de subrogar a las trabajadoras que realizaban el servicio desde hace años.
Desde entonces las quejas de los padres son constantes, pues la calidad del desayuno se ha visto mermada sobremanera. Se han reducido los días que hay pan con aceite a dos (antes era a diario), apenas se ofrecen embutidos como antes y los niños y niñas no pueden elegir entre distintas opciones, sino que tienen un menú fijo que se repite cada semana. Miembros del AMPA del Colegio declaran estar «indignados» ante la actitud de la trabajadora municipal y de la empresa concesionaria, un enfado que este medio ha podido saber que es compartido también desde la dirección del centro, por lo que no descartan emprender acciones en un futuro cercano para solicitar al Ayuntamiento un cambio de criterio con respecto a la adjudicación de este servicio. Además, habría que verificar si el hecho de que el precio subvencionado de este servicio vaya ligado a contratar con una determinada empresa no es objeto de irregularidad, pues atenta contra la independencia de los centros docentes y podría incluso considerarse como un presunto trato de favor.