La Asociación Rua da Vida, una ONG radicada en Sanse que lleva a cabo proyectos de ayuda al desarrollo en zonas deprimidas de Guatemala, lanza la campaña «Ell@s también quieren estudiar». Mediante esta acción pretenden llamar la atención sobre el problema de la escolaridad en el país centroamericano y recaudar fondos a través de la plataforma de crowdfunding migranodearena.org para construir una escuela donde los jóvenes de la aldea Tierra Blanca Plan (en el municipio de Jocotán) puedan estudiar Educación Secundaria a distancia a través de un convenio con el Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica (IGER – https://iger.edu.gt).
En unos días arranca en Sanse un nuevo curso escolar en el que miles de chavales asistirán con normalidad a sus clases en alguno de los 5 institutos públicos que tiene nuestra localidad. Algo que, sin embargo, no podrán realizar miles de jóvenes de zonas rurales de Guatemala, porque el instituto más cercano se encuentra a varias horas andando y porque tienen que colaborar con sus familias en las tareas de la casa y el campo. Pero ellas y ellos quieren seguir estudiando porque saben que sus oportunidades para tener un futuro mejor pasan por la educación, y así lo hicieron saber cuando Manos Unidas hizo un estudio en la región VIII de Jocotán en 2014, resaltando que era una de sus prioridades.
Jocotán es un municipio situado en el denominado «Corredor Seco» del departamento de Chiquimula, en el oriente de Guatemala. Es uno de los lugares más afectados por persistentes sequías en los últimos años, lo que ha provocado situaciones de emergencia como la hambruna declarada en el año 2001. En 1998 sufrió los efectos del devastador huracán Mitch, y previamente fue una zona duramente golpeada por el conflicto armado que asoló Guatemala durante 36 años. Más del 80% de su población es de origen indígena, la mayoría de la etnia chortí, y cerca de un 90% vive en áreas rurales, lo que acrecienta las dificultades para buscar un futuro mejor.
El proyecto que persigue la Asociación Rua da Vida consiste en la construcción de un módulo educativo en la aldea de Tierra Blanca Plan, a semejanza del que ya hicieron en el año 2015 en la aldea El Morrito y que lleva más de un año funcionando con notable éxito. El módulo va dotado de ordenador, televisión, pupitres y placas solares (no hay electricidad en la aldea) que permiten que los jóvenes estudien secundaria gracias a un programa del Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica (IGER – https://iger.edu.gt). Además, el proyecto conlleva la construcción de un aljibe para recolectar el agua de lluvia y ayudar en épocas de sequía, y una letrina, la única en la comunidad.
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Es un reto transformador, no sólo por proveer a los chicos y chicas de la comunidad de los medios para que puedan estudiar, sino porque ellos mismos se apropian del proyecto, lo hacen suyo y contribuyen a que salga adelante. Si quieres colaborar lo puedes hacer pinchando aquí.
Rua Da Vida comienza su andadura a mediados de 2004. La idea de crear esta asociación surge a raíz del viaje de varios de sus miembros a una favela de Fortaleza (Ceará, Brasil). Su estancia en Pirambú, una de las mayores favelas de Brasil, durante los años 2002 a 2003 resultó reveladora, fundamentalmente el compartir el trabajo con las asociaciones locales que allí trabajan para mejorar la calidad de vida de los vecinos del barrio. Empezaron trabajando con una ONG brasileña que llegó a un punto de auto-sostenibilidad, por lo que no necesitaron más su ayuda y decidieron comenzar a trabajar en Guatemala, un país con enormes desigualdades. Son todos voluntarios, reducen al máximo sus gastos de gestión para que prácticamente todo el dinero recaudado vaya a donde tiene que ir y apoyan proyectos autosostenibles que no necesiten de aportaciones periódicas para su viabilidad.