El señor de los bolardos está muy contento. Mucho. Y muy satisfecho. Porque va dejando por doquier su esencia. Sobre todo, en el centro del pueblo. En el casco viejo. Yo no sé si el señor de los bolardos es el concejal Andrés García-Caro, ni tampoco sé quién le vende los bolardos al Ayuntamiento. Lo que sí sé es que donde cabe un bolardo cabe un tiesto o, incluso, un árbol. Por eso me pregunto -le pregunto al señor García-Caro-, ¿por qué eligió ponerme bolardos en el suelo? ¿Por qué eligió ponerme un bolardo en vez de un árbol? [Foto: Lucíaua].
¿Qué tiene en la cabeza un concejal de Urbanismo, Vías Públicas, Obras y Servicios? ¿Solo adoquines y bolardos? ¿De verdad que no cabía aquí ni un solo árbol? Lo preguntábamos ayer, en una crónica de pueblo en la que hacíamos alusión a la obra de la calle San Onofre, esta que aparece en la fotografía. En esa crónica contábamos que alguien en el Ayuntamiento había tenido la buena idea de ensanchar una acera. Hasta tal punto ensanchada que, a esa altura de la calle, hay más acera (más del doble) que calzada. Eso contábamos ayer, y nos alegrábamos por la buena idea de rescatar espacio para el peatón, el abuelo que pasea, para la mamá con su carrito, el que va de paso y el vecino. Pero… amigo concejal… ¿de verdad que no cabía aquí -nos preguntábamos ayer- ni un solo árbol?
Pues bien, hoy, al pasar por la calle San Onofre, hemos visto toda una plantación. Pero no de árboles, no. De bolardos. Hasta veinte bolardos hemos contado… El socialista Andrés García-Caro es actualmente el concejal de Urbanismo, Vivienda, Mantenimiento de Vías Públicas y Movilidad. Y la concejala de Ganemos SanSe Ángeles Barba es la responsable de la Delegación de Medio Ambiente. Pues bien, repetimos hoy lo que dijimos ayer (lo que escribimos ayer… antes de saber que Caro, o Barba, se pondrían hoy morados a colocar bolardos): señores concejales, pueden ustedes echarse el uno al otro la pelota (o asumir sus responsabilidades), pero en todo caso y por favor decidan quién de los dos ha sido el plantador de los bolardos, quién de los dos no ha pensado en que igual a los vecinos les apetecía caminar un trocito de calle a la sombra de los árboles.
¿Qué tiene en la cabeza un concejal de Urbanismo, Vías Públicas, Obras y Servicios? ¿Solo adoquines y bolardos? ¿Quién sale ganando con una obra como esta? ¿De verdad que en esa acera no cabía un solo árbol? ¿De verdad que son necesarios 20 bolardos? Todos amamos la dehesa y todos esos hermosos parques y jardines que florecen en los barrios de la periferia -en La Rosa, Tempranales, Dehesa Vieja-, todos ellos muy allende el centro. Pero quizá estaría bien pensar de vez en cuando en los vecinos del casco viejo, que también merecen un vistazo -señora Barba-, y un árbol. O veinte. O, al menos, señor Caro, no veinte bolardos. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes se ha equivocado. Mucho. Se ha equivocado tanto como veinte bolardos. Sí, se ha equivocado en el Bosque de los concejales Barba y Caro.
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Fantástica crónica, espléndidas imágenes y sagaz y oportuna «retrataura» de la ausencia de ingenio, sensibilidad y compromiso de quienes nos gobiernan.
Que cambien el nombre y la denominen Avenida de los Bolardos, esto es un sin sentido, han preguntado a los vecinos? Lo dudo. Sr. Concejal amplie calles, mas calles peatonales, mas arboles y lo que se le ha olvidado QUITEN EL TRASBORDO DE TRES OLIVOS, han pensado la cantidad de coches que quitarrian de la NI igual nos ahorrariamos una variante que solo la quieren los políticos. No queremos bolardos en los cuales muchas personas tropiezan y si queremos arbolitos que dan sombra y hacen bonita la ciudad