¡Hola de nuevo amigas y amigos! Continuando con el análisis que hacía, creo que el gobierno del Municipio debería esforzarse por crear condiciones para que en el pueblo pueda darse un amplio diálogo, entre todas las personas que habitamos en él. Sin ese esfuerzo no habrá posibilidades de entendernos, y sin acordar entre todos y todas las normas de convivencia, no será posible vivir civilizadamente. El diálogo social solo se producirá en espacios de participación ciudadana, y en entornos democráticos, por ello debemos reivindicar que se pongan en marcha espacios de empoderamiento de la ciudadanía. Sin ellos será muy difícil que las fuerzas progresistas puedan confluir, en todos los proyectos que son necesarios para transformar con justicia la sociedad.
Entenderse los sectores progresistas es una necesidad para la Izquierda, si ésta realmente quiere ser una fuerza transformadora, que sirva junto a la Mayoría Social para avanzar en la construcción de una sociedad más Justa y respetuosa con los Derechos Humanos. Para ello el diálogo es una herramienta imprescindible, es la argamasa de la confluencia que necesitamos, para poner en común todas las luchas populares, que se organizarán para defender con eficacia derechos básicos, como el de la salud, la educación, las pensiones, o las libertades entre otros, que aportan calidad de vida y dignidad a las personas. Porque puede que esté cerca el momento en el que la sociedad civil considere seriamente, la necesidad de conquistar de forma estable y definitivamente los Derechos Humanos.
Si los actuales gobernantes de este Municipio, no quieren, o no son capaces de promover acciones, tendentes a defender estos derechos, ni se esfuerzan por poner en valor comportamientos y prácticas democráticas, que básicamente consisten en ser transparentes y facilitar la participación, se producirán, si no cambian de actitud, tensos y desagradables conflictos con los agentes Sociales. Si los que representan a la Izquierda en la institución, se empeñan en no comprender, y desatienden la demanda que miles de personas les hicieran desde el Movimiento 15-M, sobre la necesidad de avanzar hacia formas de democracia más participativa, más real, objetiva, que expusieron como mucha gente sabe, con rigor y sensatez, se irá acrecentando, sin lugar a dudas, el divorcio entre la sociedad civil y la institución.
Ya hay conocimiento de algunos conflictos importantes que se están produciendo entre el Ayuntamiento y algunos agentes sociales de SanSe, de los que se van sabiendo cosas, aunque se quieran silenciar, noticias sobre acontecimientos que muestran el enfrentamiento real entre la institución y alguno de los intereses populares. Se conocen entre otros, el mantenido recientemente con grupos animalistas, con las AMPAS, la plataforma antidesahucios (PAH), con familiares de personas mayores ingresadas en residencias del Municipio, e incluso por el renovado empeño que esta corporación tiene por militarizar las fiestas, y darles carácter secular.
Estos conflictos que mantiene el Ayuntamiento con la ciudadanía, provocan tensiones en el equipo de gobierno, que tienen su origen en las serias contradicciones que habitan en él, así como en los grupos que le componen. Su escasa capacidad para definirse, en asuntos cruciales para la vida de mucha gente de este Municipio, como pueden ser la pobreza energética, el drama de los desahucios, las formas clientelares, con las que intentaron gestionar las ayudas municipales a la educación, o el desequilibrio creciente entre cultura y deporte, son motivos por los que el tripartito ha sufrido un fuerte desgaste, y se ha granjeado un profundo descrédito, que ha llevado a su ruptura.
Además, la sensación justificada que tiene mucha Gente, sobre que alguna de las coaliciones que componen el actual gobierno, no cumple con sus compromisos electorales es creciente. Esta se sustenta en el incumplimiento, entre otros, del acuerdo que Ganemos SanSe adquirió, para promover un debate público sobre los festejos taurinos y su financiación, y no parece por lo avanzado de la legislatura, que tengan ninguna intención de cumplirlo.
En otro plano de la vida Municipal, existe un creciente enrarecimiento de las relaciones institucionales, promovidas por los diferentes grupos que componían el tripartito, hoy bipartito, llevando al Ayuntamiento a una situación de ingobernabilidad. Esta incapacidad para gobernar genera una grave crisis en el Municipio, que amenaza muy seriamente el funcionamiento de la administración pública, reduciéndose con ello la calidad y eficiencia de los servicios que presta.
Por la importancia que tienen estos acontecimientos en la vida del pueblo y de sus Gentes, la Izquierda, si todavía quedan principios, debería reaccionar e impedir que se sigan lesionando los intereses populares, y se pretenda secuestrar a la ciudadanía su participación en las administraciones públicas. Porque aunque pudiera parecer increíble, solo un ínfimo grupo de todas las personas que componemos el Municipio, están detrás de la insensatez y despropósitos que guían actualmente los designios de SanSe.
Por todo ello, urge promover un cambio que modifique las políticas que se ejercen actualmente desde el Ayuntamiento, exigiendo que los comportamientos, principalmente los que tiene que ver con los valores éticos, se rectifiquen, para que sea posible gobernar decentemente, y con ello no defraudar a la ciudadanía. La sociedad civil, debería por tanto reaccionar ante esta situación y tomar cartas en sus asuntos, participando de una refundación democrática de las instituciones y de los partidos que las gobiernan, para que efectivamente se cumplan, los compromisos que se adquieren a través de programas.
Debería impulsarse una regeneración democrática, inspirada en el progreso de las clases populares, las cuales reúnen los intereses comunes más importantes de la mayoría social. Educación, salud, trabajo, vivienda y otros, son derechos que deberían tener todas las personas, y en su defensa la Izquierda democrática debería implicarse. Para ello debe abordar seriamente y sin mucha demora, algunos asuntos que son capitales para justificar su existencia. Fundamental para la Izquierda es gobernar siempre con formas y procedimientos democráticos, que requieren sin más, de transparencia y participación en la gobernanza de los asuntos Públicos, que son a su vez las mejores herramientas para luchar contra la corrupción. Igualmente se debe exigir de los representantes públicos, de aquellos que hablen y actúen en nombre de la Izquierda, que muestren comportamientos éticos basados en la honestidad.
Continuará…………………………