La monologuista Pamela Palenciano representa su «No sólo duelen los golpes» en apoyo de las 8 mujeres de la Asociación Ve la luz que llevan en huelga de hambre desde el 9 de Febrero. Su reclamación, que la violencia machista, en todas sus expresiones, sea considerada una cuestión de Estado.
La Puerta del Sol «olía» ayer al 15M. Cientos de personas se agolpaban ya a las doce del mediodía alrededor de la caseta donde las ocho mujeres desarrollan su protesta desde hace más de diez días. Gente joven y mayor, grupos de amigas, padres y madres con sus hijos e hijas. Poco después más personas se irían sumando, incluyendo algunas que participaban en la protesta convocada por los sindicatos por empleos y salarios dignos (los abucheos por parte de los y las participantes en el acto contra la violencia hicieron que desistiesen de dar sus discursos, pues estaban impidiendo que Pamela finalizase su actuación), para escuchar el monólogo de Pamela Palenciano, siempre comprometida y dispuesta a denunciar la lacra de la violencia machista en todas sus vertientes, desde los asesinatos hasta la discriminación laboral.
Pamela Palenciano sufrió en sus carnes la violencia machista. Su monólogo es su historia, que comparte con el objetivo de concienciar a otras mujeres (y hombres también) para que no tengan que pasar por lo que ella vivió. Antes de empezar, una advertencia: «Si hay infiltrados de la Asociación Custodia Compartida o de SOS Papás y otros machirulos, que se esperen al final«. Un recuerdo a la denuncia que pende sobre ella por una supuesta «incitación a la violencia» en su soliloquio, un sinsentido si se tiene en cuenta que Pamela fue maltratada con tan solo 12 años y lleva muchos ya revelándose contra el maltrato.
«La verdad es que me intimida la lucha tan fuerte de estas ocho mujeres», dice Pamela antes de empezar. Se refiere a las 8 integrantes de la Asociación Ve la luz que no prueban bocado desde el 9 de Febrero con el objetivo de que los poderes públicos dejen de hacerse la foto y pasen a la acción para acabar con esta lacra. Para que haya una implicación cierta de todos los sectores de la sociedad civil, y se promulguen leyes justas que acaben con la violencia machista y ayuden a sus víctimas.
En un manifiesto de 25 puntos, la organización solicita al Gobierno que impulse una ley especializada en base a cada tipo de maltrato y en la que se contemple, entre otras, la figura de feminicidio o el reconocimiento de las víctimas de la violencia machista como víctimas del terrorismo. También solicitan la pérdida del derecho a visitas y de la patria potestad para los condenados por maltrato.
Mientras Pamela arranca risas y aplausos, mientras su experiencia taladra conciencias, mientras cientos de hojas de firmas se van rellenando, más y más personas abarrotan Sol en un intento de decirle a los que gobiernan que no queremos ni una menos.