España es la primera potencia termosolar del mundo, con 2.303 megavatios de capacidad instalada; la quinta potencia eólica del planeta, con 23.026 megas; y sigue resistiendo, a pesar de todo -a pesar de cinco años de política energética insensata-, en el Top 10 de las principales potencias solares fotovoltaicas. Sí, España sigue luchando por no perder el tren de las renovables y contra una política sin sentido que ha sido capaz de idear hasta un impuesto al sol (impuesto por otra parte que nadie paga, pero que sigue atemorizando a mucha gente que, si dispusiese de más información, ya habría apostado por el autoconsumo).
Pues bien, en ese marco de realidades incontestables (seguimos luchando por permanecer en el grupo de cabeza de las potencias renovables del mundo); en ese marco de políticas de extrema derecha -¿te imaginas la que se hubiese montado si Trump se hubiese inventado un impuesto al sol como el parido por los ideólogos de Rajoy?-; en ese marco de ataque constante -político/mediático- contra las energías renovables, sigue habiendo luces y gente que busca luces. Esloquehay reproduce a continuación un artículo -lleno de rabia y razones- que nos ha enviado un joven estudiante que sigue creyendo, a pesar de todo, en que el futuro pinta verde.
El artículo nos lo envía Jesús Gilaranz Blanco y dice así:
«¿Quién hubiera dicho, hace una década, que España, tierra del sol y los molinos, tendría aún la vergonzosa cruz de extraer casi un quinto de su energía mediante el carbón, una España que no solo no promueve la producción de energía limpia ni aporta ningún tipo de incentivo, financiación, o medio para el desarrollo de estas, sino que penaliza a todo aquel que utilice una instalación renovable propia que no sea totalmente independiente?
Y bien, ¿puede haber un panorama peor para desarrollar este campo? Pues, por increíble que parezca, sí. Este casi cómico título lo ostenta la Comunidad de Madrid. ¿Cuáles son los problemas que tengo si me interesan las energías renovables en la Comunidad de Madrid?
Bienvenid@ al circo.
Enhorabuena, estudiante de la E.S.O. o el Bachillerato, concluiste tus estudios básicos y ahora estás dispuesto a realizar una completa formación profesional, ya sea media o superior, para cambiar a mejor este país, para fomentar la producción de energía limpia aun con todas las trabas que tu gobierno ha impuesto. Decidido esto, vamos directos a www.madrid.org para ver las ofertas de formación pública a las que podemos optar.
Veamos, grado medio, titulaciones LOE, nada; titulaciones LOGSE, nada; grado superior, titulaciones LOE, nada; titulaciones LOGSE, nada. No existe una sola propuesta de formación en energías renovables en la educación pública. Desgraciadamente, tendrás que optar por lo privado o mudarte al lugar más cercano en donde imparten cursos públicos relacionados con estos campos, Toledo.
En el caso de que simplemente busques contaminar lo menos posible, necesitarás un mínimo capital ahorrado o los medios para pedir un préstamo que no sea demasiado abusivo para tu situación económica. La Comunidad de Madrid no te dará un solo incentivo o financiación para esto. Ni a ti, ni a tu bloque, ni a tu ayuntamiento. La única idea que han tenido para evitar la contaminación es obligar a los funcionarios y cuerpos que gestionan las
carreteras a jugar a pares o impares con las matrículas de los vehículos, sin ni siquiera dar facilidades económicas a la hora de utilizar los servicios de transporte público.
Desde aquí invito a la Comunidad de Madrid a, por una vez, tomar alternativas funcionales, reales, frente a todos estos problemas que poco a poco agravan la situación actual: aumento de las enfermedades en la población, estudiantes sin alternativas de estudio para una mejora de cara al futuro, daños en flora y fauna, y un demasiado largo etcétera».
Jesús Gilaranz Blanco