El pasado 10 de Enero Miryam Pérez, Concejala Delegada de Cultura, enviaba un escrito a los portavoces de todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Sanse para explicar los motivos por los que abandonaba el Grupo Municipal de Izquierda Independiente pero no dejaba su acta de concejal ni renunciaba a sus funciones. Es lo que hay ha tenido acceso a dicha misiva, un extenso documento de 9 páginas en el que la edil expone las causas que le han llevado a dejar la agrupación, decisión que comunicó el 21 de Diciembre mediante escrito dirigido al Secretario General del Pleno y al Alcalde, solicitando continuar como concejala no adscrita.
Miryam Pérez señala que intentó en varias ocasiones comunicar esa decisión a Rubén Holguera, portavoz del grupo municipal, que la emplazó a una reunión el viernes 23 de Diciembre, el día siguiente a una asamblea de Izquierda Independiente en la que supuestamente se iba a plantear su expulsión de dicho grupo, un hecho que ha sido negado desde la dirección del partido indicando que el objetivo de dicha reunión era informar sobre el grado de cumplimiento del presupuesto anual del partido y la actuación del Grupo Municipal en el Gobierno.
La decisión, indica la edil en su escrito, «está motivada en las discrepancias y en las críticas continuas recibidas por mi modo de ejercer el cargo de concejala«. «Se me trasladaba lo que tenía que hacer, con quién podía hablar o criticaban mi debilidad con respecto a compañeros o compañeras del gobierno«.
Señala que ha sido la decisión más difícil que ha tomado nunca y que si ha escrito esta carta ha sido «por las falsas y graves acusaciones que se han vertido» sobre ella. En una nota de prensa el partido indicaba que los motivos eran económicos, que lo que Pérez pretendía “era cobrar más, trabajar menos y mayor reconocimiento público”. La edil indica que no ha cometido ningún delito ni está en contra de Izquierda Independiente, pero no puede admitir «que se haga un juicio público tergiversando y falseando la información«.
Sobre la acepción de «tránsfuga» que recoge el diccionario de la RAE y que Holguera ha utilizado para criticar la decisión de sus socios de gobierno de permitir la continuidad de Miryam Pérez en sus funciones, indica que es un argumento muy pobre porque «nuestro lenguaje está vivo» y son continuos los casos de significados que desaparecen por desuso. Además recuerda que le avalan la Ley de Bases de Régimen Local, así como «un largo listado de jurisprudencia, normativa estatal, autonómica y local«.
«No soy tránsfuga, pues, aunque he intentado ejercer mi representación como independiente y confiaba en poder hacerlo, ante todo priorizo la protección de los derechos hacia mi persona tanto en el ámbito público como en el privado y, habiendo llegado al límite de sufrir desprecios, vacíos y presiones, no se trata de irme a casa, que es lo que siento que se ha forzado, sino de proteger mi función pública, que considero que ha sido honrada, responsable y dirigida hacia la ciudadanía desde el primer momento» prosigue la concejala, quien también apunta que en varias ocasiones le instaron a afiliarse pero que su compromiso siempre ha sido como candidata independiente (conviene recordar en este punto que Miryam Pérez se presentó a las elecciones municipales de 2015 en las listas como independiente).
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En su escrito advierte que ya desde las reuniones para formar gobierno, a finales de Mayo de 2015, hubo discrepancias, y tuvieron que interceder otras fuerzas políticas para que ella pudiese estar presente en la reunión en la que se produjo el reparto de delegaciones. Dice que en ocasiones ha percibido «un afán de protagonismo y de poder que se alejan de lo que entiendo que es un pacto«, lo que le ha generado dudas «sobre si somos capaces de construir en colaboración y demostrar que lo prioritario son los programas electorales«. Indica que no está en el Gobierno «únicamente para satisfacer a Izquierda Independiente y a sus votantes» sino para «hacer una política constructiva dirigida a todas las personas que viven en esta ciudad«.
En el ejercicio de su labor en Cultura señala que ha habido situaciones en las que no se han ejecutado acciones conforme al programa «por impedimentos de concejales del grupo«. Refiere en la misiva varios episodios, como el programa Cultura en la Calle que se celebró por primera vez en las Navidades de 2015 y en el que indica que tuvo la colaboración de representantes de otros grupos excepto el suyo. La transferencia de 50.000 euros del presupuesto de Cultura para actividades ligadas a la inauguración del Parque de la Marina, la conversión de la sala de exposiciones del Museo Etnográfico en sala de reuniones o el traslado al citado parque del programa Cultura en la Calle del verano de 2016 que estaba previsto realizarlo en plazas y espacios abiertos de todo el municipio, son algunos de los ejemplos que expone de decisiones que se tomaron desde el partido sin su aprobación.
«No he sentido apoyo ni respaldo hacia mi trabajo por el Grupo Municipal que representaba… Esto me ha hecho dudar continuamente de si me querían como concejala» indica tras comentar que había recibido felicitaciones de los otros grupos de gobierno por el desarrollo de las actividades culturales, pero no de Izquierda Independiente, quienes en la mayoría de los casos señala que no le acompañaban a dichos actos.
Considera la edil que es insuficiente media liberación para el desarrollo correcto de sus funciones en una ciudad de casi 90.000 habitantes, con una agenda de actividades difícil a veces de compaginar con su vida privada. Cree que de esta forma no se está apoyando la conciliación de su vida familiar y laboral, ya que no podía atender las guardias ni comidas del partido por falta de tiempo y de recursos.»Quizá haya que preguntarse si las mujeres separadas con menores a cargo seremos respetadas y valoradas por nuestra implicación en cuanto a la calidad de nuestras acciones y no en cuanto a la cantidad de actos o fotos en las que figuramos«, sostiene Miryam Pérez.
Durante el verano de 2016 indicó al Director del Grupo Municipal, Juan Torres, y al portavoz, Rubén Holguera, su intención de dejar el acta en la primavera de 2017, con idea de hacer un relevo paulatino y explicar bien los entresijos de la Delegación a su sustituto. Entre otros motivos, apunta, porque estaba actuando contra su forma de pensar en ocasiones, y por sus diferencias con respecto al modo de proceder del resto del Grupo Municipal con respecto a sus socios de gobierno.
En otoño recapacita su decisión de abandonar la Concejalía ante el respaldo de técnicos, miembros de otros grupos políticos y ciudadanos; «me apasiona la Delegación de Cultura, confío mucho en los equipos técnicos y empezamos a diseñar nuevos proyectos para la ciudad» sostiene la concejala.
Señala haber querido «tender al consenso y al entendimiento, aún estando en desacuerdo con algunas acciones de gobierno«. «No obtengo ningún beneficio personal por ocupar este puesto«, advierte, además de indicar que ni buscaba ni necesita la proyección social que otros miembros de su grupo le sugerían que debía al partido.
«Suscribo íntegramente el Acuerdo de Gobierno» del tripartito, así como gran parte de los programas electorales de los tres grupos, apunta Miryam Pérez, quien además indica que en es en dicho acuerdo programático «en el que se hace explícito que el reparto de responsabilidades políticas no es por partidos, sino por personas«, por lo que solicita su continuidad como Concejala Delegada de Cultura.
«No estoy afiliada ni figuro en ninguna lista como simpatizante de ningún partido político. Intento ser libre e independiente… aunque es difícil«, continúa la misiva. «He aprendido que ningún partido puede invisibilizar a las personas que asumimos responsabilidades políticas… antes de someternos a ningún grupo o siglas, nos debemos a las personas para las que gobernamos«
«Sigo creyendo en que se puede gobernar entre varios partidos políticos y sigo creyendo en la honradez y ética de personas afiliadas a Izquierda Independiente» pero «no permito la presión que estoy recibiendo por mi supuesta falta de ética, compromiso o incumplimiento de estatutos«. Miryam Pérez finaliza la carta indicando que «al solicitar ser no adscrita, Izquierda Independiente no puede someterme a un acto de revocabilidad: no pertenezco al partido ni al grupo municipal«. Aún así, señala que no pretende insistir en mantenerse como Concejala de Cultura, «sino que sea el órgano competente quien decida lo mejor y más útil para la gobernabilidad de nuestra ciudad«.