Si, nos matan, nos estan matando a diario.Este fin de semana en menos de 48 horas han sido asesinadas tres mujeres a manos de sus parejas, ex parejas, y alguna de ellas ni siquiera lo había sido. En definitiva, hombres. Dos de ellas en Galicia, por arma blanca y la otra en Cataluña, a golpes. ¿Quién en su sano juicio puede asestar a una mujer más de diez puñaladas? Mucha gente dirá «ese tío sería un psicópata», no nos confundamos, ese hombre, si es que se le puede llamar de alguna manera, no es ni un psicópata, ni un sociópata, ni tiene ningún tipo de trastorno mental. «Ese tío» es un asesino, un machista, un maltratador, un violador, un acosador, que vive en una sociedad en la cual «se le permite» que lo haga. Se le permite que acabe con la vida de una mujer que no se merecía eso, de mujeres que probablemente, la mayoría de ellas, lleven años sometidas a malos tratos, porque ya es algo habitual, ya hay niñas que con quince años han sufrido algun tipo de malos tratos, pero ¿por qué?
Desde que la mujer es mujer ya representa el símbolo del pecado original, ¡en qué momento Eva decidió morder esa maldita manzana! En los textos sagrados de algunas religiones se aparta a la mujer los días que tiene la menstruación, ¿es que menstruar no es algo natural? Castigadas desde siglos antes de Cristo, despreciadas en las sociedades mas modernas. Os haré una pequeña reseña, en el siglo IV a.c, existían unas sociedades atenienses cuyo régimen se definía con el nombre de «Democracia», sí, exactamente como nosotros llamamos a lo que tenemos ahora, adoptamos ese nombre como ejemplo de aquellos tiempos. En esa democracia tan idealizada, las mujeres estaban excluidas de la vida pública, igualándose a los esclavos y extranjeros. Y en la sociedad Espartana, la mujer en casa, pariendo niños para completar ejercitos.
Como mujer digo que nos están masacrando, que ya se va a hacer como costumbre el abrir las noticias y ver que al día muere como mínimo una mujer a manos de un hombre. Esto es una situación que no se puede sostener y que parece que los políticos de turno, con guardar un minuto de silencio en el congreso por esas mujeres que ya no están, fuera suficiente, o diera las garantías a sus familiares para que les cesara el sufrimiento.
¿Qué pasa con nosotras, con esa ley que parte del principio de que la mujer es un ser vulnerable? ¿Qué pasa con nuestra educación? ¿Cómo educamos a nuestros hijos? Quién es el que dice a la niña que tiene un color asignado por su sexo, quién le dice que por ser una niña tiene que elegir juguetes que ya condicionan su rol de mujer en la sociedad, quién enseña a los niños que pegar es de valientes y el llorar de «nenazas». Vivimos en un sistema capitalista, que perpetúa el machismo y las relaciones desiguales entre hombre y mujer, un sistema que te condiciona desde el momento que naces hasta que mueres, condiciona tu género, tu sexualidad, tus gustos, naces desde una posición inferior al hombre, y, según vas creciendo, ya eres consciente de que vives en un jodido mundo que no mira por ti.
Estos no son asesinatos señores, es un feminicidio, «asesinato de mujeres por razón de género» y sí, porque no es algo eventual sino habitual. Luego, como mujer feminista, intentas explicar a la gente el porqué y es que no es algo que haya elegido, es que siendo mujer y no siendo feminista va contra natura, explicando eso, ya recibes calificaciones como hembrista, feminazi y un largo etcétera. No nos estamos dando cuenta del daño que estamos haciendo a la sociedad, por eso, mujeres del mundo levantaos y luchad, por las que ya no están, por las que estamos y por las que están por llegar.