Luis Arribas estudió geografía y urbanismo, hizo radio en un lugar llamado Utopía, estudió y trabajó luego en Holanda, fabricó fanzines imposibles -Saliva-, tuvo mellizos, colabora o lo hizo en medios como Antena3, El Mundo y 20Minutos y cocina (cocinero) y dibuja (muy bien) y escribe libros. ¿El último? “Run con Limón”, Editorial viveLibro, una historia de, por y para correr. Porque Luis Arribas lleva toda la vida corre que te corre, corriendo.
Empezó por la «Periferia Negra», que así suena el título de su primer libro, y esta tarde llega a la Biblioteca… Central (esperamos y deseamos que no se acomode y siga corriendo y recorriendo todos los suburbios, que casi siempre saben más a verdad). Al caso: que Arribas (que es un apellido que viene del verbo arribar, o sea, llegar)… llega esta tarde -a las 19.00 horas- a la Biblioteca Central de SanSe para presentar su última obra -«Run con limón«-, un conjunto de experiencias que resumen todos esos pensamientos a los que un corredor, al menos una vez en su vida, debe enfrentarse… o «el típico libro para saberlo todo sobre el famoso running». Típico, pero con el sello Arribas, sello de periferia negra. Como le conocimos hace un par de vidas, y le conocemos todavía, hemos querido volver a reconocerle. Para saber a dónde le han llevado sus zapatillas y por dónde va corriendo a estas horas. Y por eso le hemos preparado un cuestionario a su medida. Bueno, lo hemos intentado.
1. ¿A dónde vas tú tan corriendo?
A poner en un aprieto al entrevistador. A colocar los puntos sobre las íes con un libro escrito para agitar con mucha mala leche un mundo despistadísimo, el del salir a trotar. Voy a convencer a corredores sobre sus errores. Voy, de paso, a recomendar a las parejas de los corredores que sean inflexibles y no se dejen pisar. Además, hace tres veces que pasé por este párrafo con lo que descarten ustedes que corro porque llevo prisa. Si la llevara no verían ni mi estela polvorienta.
2. ¿Correr es de cobardes?
Correr distingue a los vivos de los cadáveres. Correr acelera la circulación lo mismo que un antiinflamatorio, que un vaso de tinto, que una aspirina o que el Sintron. Todo esto, síntomas, remedios y vicios, pertenecen en exclusiva al predio de los vivos. Los valientes, dicen, están todos bajo tierra. Los cobardes sobrevivimos un poco más. Déjennos ese placer.
3. Para un corredor, ¿hay paradas en el camino?
Se está vendiendo el reto, la carrera imposible y el machacar al reloj. Si yo hubiera seguido esos parámetros ya ni correría ni tendría ganas de contarlo. A más paradas, más reflexión. Recuerden que pararse en mitad de un trote no es una derrota sino un ajuste de perspectivas.
4. ¿Hay metas imposibles?
Hay metas poco recomendables. No toca aquí regañar a los que se fijan metas imposibles. Eso ya lo hago en el libro. Pero hay objetivos fabulosos. Uno sería que la gente dejase de decir que es «runner» y simplemente saliesen a correr mientras charlan. Que se multiplicase la gente movilizada en el primer mundo. Que mis zapatillas pasasen a tus pies y, después, a los pies de quienes las cosieron, o a sus mayores.
5. ¿Atar nudos o pegar velcros?
Nudo siempre. Y bregar con los dedos helados para poder desanudar. Desanudar suena casi igual que desnudar. Intenta llegar a la visión de un cuerpo desnudo desde la palabra velcro. No hay color.
6. ¿Circuito o campo a través?
El ideal es un viejo camino que une ciudades lejanas, una mochila, tres días libres y un millón de años para saborear toda la poesía que encuentres por el camino. Por el contrario, el circuito aporta una esencia absurda y estéril que nos debe recordar que somos una especie sin remedio.
7. ¿Vamos demasiado deprisa?
La prisas son para los ladrones y los toreros malos. Con el boom del correr se está empujando a conseguir un trocito de gloria, de comprar la forma física, de acaparar ropa, medallas, trofeos imaginarios a los que llaman «mejores marcas personales». Propuse un día a un amigo que se detuviese, que mirara tranquilo a lo lejos. Lo hizo y siguió siendo mi amigo. ¿Qué habría pasado si hubiese aducido que no podíamos parar, que se estropearía nuestro entrenamiento, que no valdría para nada? Bingo. Le habría abandonado.
8. El nuevo modelo de ciudad, ¿invita a correr o a salir corriendo?
Ni siquiera tenemos un modelo de ciudad. Solamente tenemos costumbres constructivas. Avenidas igual de anchas -o más- que las de tal ciudad. Correr entre las casas y bloques debe comenzar siendo nuestro repaso oxigenado de la locura urbana escrita a cuatro manos. Dos de derechas y dos de izquierdas. Nadie está entendiendo la ciudad. La vamos viviendo. ¿Para qué huir de ella?
9. Jogging, footing, running… ¿Tanto nos cuesta decir simplemente “me voy a correr”?
En el manual de instrucciones del ser humano, versión 2016, se repiten los errores de sistema de los 70 y los 80. En aquellos días corríamos a ver quién llegaba antes a una pared. Ahora corremos a ver quién llega antes al muro de facebook. Pero hacemos lo mismo: correr como pollos sin cabeza.
10. Orden de preferencia si lo hubiera ¿zapatillas, cuchara, pincel o papel y boli?
Sillón cómodo coloreado a pincel, amante, vaso largo, papel, siempre papel, cuchara de varilla larga para mover los hielos y, por último, lanzar las zapatillas lejos, bien lejos.
11. ¿Decimos “me voy a hacer running” por temor a ser mal entendidos si decimos… “me voy a correr”?
Los portugueses le dicen «corrida» al «running» y tampoco lo mezclan con los toros o con los orgasmos. Decimos «me voy a hacer running» porque no nos paramos a evaluar si queremos ir. Todavía sigo dando vueltas a si es mejor salir a correr a lo tonto o habiéndolo pensado mucho. No lo tengo claro. Prometo hacer públicas mis conclusiones cuando vuelva de correr(me).
Sinopsis
Run con Limón se diseñó para que llevara dos hielos, dos dedos de run y dos rodajas de limón. Resume esos pensamientos a los que un corredor, al menos una vez en su vida, debe enfrentarse. Resume lo que siempre quiso saber el acompañante o familiar del que corre. En resumen, es un libro que alguien tenía que sacar en mitad de la más productiva y sonada de las burbujas del deporte español. En consecuencia, usted debe adquirir este libro, o exigir que se lo presten una vez en la vida. Encontrará textos que ningún aficionado a correr debería perderse. Y ningún amigo de alguien que corre debe dejar de tenerlos en cuenta. Están contados con un vaso en la mano y barba de dos días. Vale. Regañando un poco. Eso es el efecto del limón. Este es el típico libro para saberlo todo sobre el famoso running. El típico regalo que haces para perder la amistad de tu compañera deportista o de tu hijo, al que intentas animar igual que hiciste tú en aquellos años gloriosos del correr sin aparatos. Después de treinta años corriendo, ahora toca enseñar a esos millones que ahora corren. Es hora de mirar atrás y arrepentirse de todo. Como tropezamos con la misma piedra dos y tres veces, seguramente para poder seguir haciendo lo mismo.
Sobre el autor
Luis Arribas escribe y corre. Ha corrido desde 1980 todas las distancias imaginables. Desde pruebas de vallas y triple salto hasta ultramaratón. Ha organizado carreras como la Madrid-Segovia o los Castillos de Ávila. Sabe qué es enfrentarse a un duro ritmo para derribar barreras en el maratón, que el sueño le venza en la montaña o atravesar estepas abrasadoras. Superó cien veces los míticos cuarenta y dos kilómetros. En este momento es probable, sin embargo, que no esté corriendo. Escribió para las revistas especializadas del mundo del running, y ha hecho que se hable del corredor recreativo y de atletismo en medios de información general como Antena3, El Mundo y 20Minutos. Su ácido punto de vista se dio a conocer en Internet en 2000. De su personaje de la red Spanjaard y de todo lo anterior no podía salir otra cosa que este viaje en el tiempo. Confiesa que ha sufrido corrigiendo cada vez que, en el texto, aparecían anglicismos como runner. Él ni es corredor ni escritor. Solo corre y escribe. Alguien tenía que escribir este libro y tenía que ser Luis Arribas.
La presentación de «Run con Limón» tiene lugar hoy, a las 19.00 horas, en la Biblioteca Central de SanSe.
Pingback: “La alcaldía de San Sebastián de los Reyes colma mis ambiciones políticas” | Es Lo Que Hay