Hace 77 años que no estás, que te fuiste sin apenas poder despedirte, tan sólo lo hiciste de tu hermano, a través de esos barrotes húmedos, fríos. Que oscuros esos barrotes, hartos de ver penurias y horrores.
Hoy hace 77 año que te dieron el aviso, que te sacaron de un zulo en camión dándote el paseo para llevarte a la tapia de un descampado.
Tú, que te aferrabas a la libertad, a la igualdad, al régimen que te había dado tanto. Ayudaste a las mujeres que quedaron solas y desamparadas, brindándoles algo de alimento que llevarse a la boca, ayudaste a tus camaradas en el Frente del Agua, al norte de Madrid, no dejando que el enemigo pasara por Buitrago, evitando la rendición y el fascismo.
Pero te llevaron, y después de llevarte vinieron las torturas y juicios de guerra, ni despedirte de tus hijos te dejaron y al final, el 8 de Noviembre de 1939 acabo todo, allí, en la tapia del cementerio, fusilado.
Tío Simón gracias por enseñarme tanto sin haberte visto, buscando tu historia en papel. Gracias a ti y a tus hermanos que sufrieron el horror de la guerra y el fascismo, gracias por luchar por lo que yo también lucho a día de hoy y gracias por enseñarme que la libertad y la lucha es lo último que se pierde.