Sinceramente, lo que más me preocupa de que gobierne el Partido Popular no es el hecho en sí, sino el por qué. Me resulta difícil creer que el cuarto partido más votado sea capaz de sacar acuerdos propagandísticos e infructuosos a cambio de su apoyo y, sin embargo, el PSOE, segundo en las últimas elecciones, se abstenga de forma gratuita.
No me puedo creer que el PSOE haya asumido el papel de chivo expiatorio por la falta de gobierno, y no haya puesto condiciones y exigencias al PP devolviéndoles la pelota, siendo este quien tuviese la última palabra, y presionarlo hasta que tuviesen que aceptarlas.
Alguna, por ejemplo, derogar la reforma laboral y endurecer las penas por corrupción. Es increíble que la «izquierda» entregue un gobierno a la derecha de manera gratuita. Es tan increíble, que NO ME LO CREO.
Ante esta situación, que cada uno asuma sus responsabilidades. No olvidemos que al final el Partido Popular está donde está porque Podemos se negó a pactar con PSOE y Ciudadanos. ¿Acaso esa decisión nos ha dejado en una situación mejor? Lo que está claro es que nadie se ha movido de su sitio y que han estado pensando lo que era mejor para su partido, o para ellos mismos, en vez de pensar en el pueblo. Tan culpable es el PSOE como Podemos.
Lo único que saco en claro es que lo poco de izquierdas que le podía quedar al PSOE se ha disuelto. En cuanto a Podemos, esperemos que esto sea una cuestión de falta de experiencia. Si no, estaríamos ante el fin de la izquierda española.
Rubén Pertejo Mangas