Un año más, la Noche de Luna Llena envolvió toda la ciudad con la participación de sus gentes y visitantes, disfrutando de las 43 actividades que se ofrecieron en este programa dedicado al aire, organizado por el Ayuntamiento de Segovia a través de su Concejalía de Cultura junto con la colaboración de más de 40 entidades.
La ciudad viva en movimiento acogió a miles de visitantes y vecinos para participar y disfrutar de poesía, música, pintura, danza contemporánea, tangos, performance, se escribieron deseos en los tanabatas japoneses y disfrutaron de la ceremonia del té, acróbatas, alfombra mágica acompañada por música de piano, atrapasueños, taller municipal realizado en el patio del Ayuntamiento para la animación a la lectura infantil y muchas más actividades que compartieron familias y visitantes.
La ciudad era un teatro vivo en movimiento, alegría, asombro y participación de sueños, deseos, cultura abierta con el compromiso de muchos colectivos.
En la Casa Museo de Antonio Machado también hubo puertas abiertas, pudimos disfrutar y conocer las estancias que habitó el poeta en los 13 años que estuvo instalado en Segovia, gracias a la colaboración con la Noche de Luna Llena, de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce y de Turismo de Segovia, propietaria y gestora del espacio respectivamente.
La Casa-Museo de Antonio Machado es el espacio dedicado a la poesía, en el patio disfrutamos el micro abierto con la participación de un gran aforo de asistentes y una gran diversidad de lecturas.
D. Antonio Machado junto con otros artistas y hombres de letras, fundó la Universidad Popular en Segovia. Esta Universidad, años después de la muerte del poeta, adquirió la vivienda donde habitó y realizó este sencillo museo.
“Segovia un ejemplo de ciudad viva con este gran proyecto de la Noche de Luna Llena, con el compromiso de trabajo de colectivos, ciudadanos y entidades”
LXXXIX
Y podrás conocerte, recordando
del pasado soñar los turbios lienzos,
en este día triste en que caminas
con los ojos abiertos.
De toda la memoria, sólo vale
el don preclaro de evocar los sueños.
Antonio Machado