Para comenzar definamos ”Imperialismo” al objeto de su mejor interpretación. El Diccionario (María Moliner) tiene, entre otras, dos acepciones. Una.- “Partidario de extender el dominio suyo o de su país sobre otros”. Dos.- “Empresa poderosa con muchas ramificaciones.”. De otro lado, la palabra “Democracia” en una de sus acepciones dice: “Participación de todos los miembros de un grupo o asociación en la toma de decisiones”. (A mayor abundancia, la palabra Democracia es de origen griego, compuesta por dos vocablos; “dêmos” igual a pueblo, y “kratos” igual a poder, es decir; Democracia es igual a Poder del Pueblo.
Que el sistema de producción y reparto equitativo de la riqueza producido por la clase trabajadora no está sustentado en principios democráticos es una obviedad, pero está conviviendo en todos los países que tienen sistemas políticos democráticos, tanto conservadores, socialdemócratas o socialcristianos, da lo mismo, resultando que sus actividades económicas, tanto industriales o comerciales, no están enfocadas a la mejora y bienestar de las sociedades donde se desarrollan, sino que, por el contrario, sustentan una sociedad privilegiada, poderosa y con un índice de acumulación de riqueza constante. (Esto, que no es novedad, lo aprendemos en cuanto tenemos uso de razón, desgraciadamente, porque los trabajadores lo sufrimos nada más nacer).
Estados Unidos es el primer país imperialista del mundo, a tenor de la definición del Diccionario, porque económicamente sigue siendo el líder indiscutible con 70 empresas entre las cien más grandes del Mundo. China tiene 11; Reino Unido 5; Francia 5; Suiza 3; Canadá, Países Bajos y la India tienen 2 empresas.
Las 5 compañías mas grandes del Mundo, según Capitalización Bursátil, con valores actualizados a principios de septiembre de 2023, son Apple Inc. (EE.UU) Hadware; Microsoft Corp. (EE.UU) Sofware de Sistemas; Saudí Aramco (Arabia Saudí) Petróleo y Gas Integrados; Alfabet (EE.UU) Google. Medios Interactivos y Servicios; y Amazon (EE.UU) Internet y Venta Menor. Así, hasta cien empresas multinacionales en todo el Mundo.
Hay que incluir en esta forma de dominio a Fondos de Inversión (Fondos Buitre), que las puede englobar a todas.
En la primavera de 1916, Lenin escribía: “El imperialismo es el Capitalismo en la fase de desarrollo en la cual ha tomado cuerpo la dominación de los Monopolios y el Capital Financiero, ha adquirido una importancia de primer orden la exportación de capital, ha empezado el reparto de todos los territorios del globo entre los países capitalistas más importantes”. Y más adelante: “Lo que caracteriza al capitalismo moderno, donde impera el monopolio, es la exportación de capital y, con ello, cae la libre competencia”.
La actual situación socioeconómica, tanto en los países que se definen democráticos, como la realidad global, no presagian un futuro de paz social y bienestar para los pueblos trabajadores. Aunque esto no es nuevo, ni en las anteriores sociedades antiguas, ni con la llegada del capitalismo, la Genética de la explotación de los seres humanos viene de muy lejos.
El vertiginoso desarrollo de las tecnologías digitales, más la IA, están creando el caldo de cultivo para el mayor desarrollo y avance del fascismo y el nazismo en todo el mundo, porque éste desarrollo desaforado, sin proyecto de una sociedad más justa, está alimentando un gran ejército de reserva (trabajadores en paro y jóvenes sin opciones) con la consiguiente depauperación de grandes masas de trabajadoras y trabajadores que están pasando a una situación de subsistencia marginal y desesperada. Así nació el Nazismo en Alemania.
Tenemos que preguntarnos, seriamente, ¿Quiénes se benefician de éste desarrollo loco y voraz? La última estimación global sobre la riqueza en el Mundo dice que: “El uno por ciento del Planeta posee el doble de riqueza que el resto del Mundo” y continuar preguntándonos si, todo lo descrito, está sustentado democráticamente, por unas sociedades parasitadas por este Imperialismo “moderno”. ¿No deberíamos hacérnoslo mirar y decir, de una vez, SE ACABÓ?
Cuando, por fin, llegó la democracia a nuestro país, la actividad antifranquista lógicamente decayó, e indebidamente con ella, la actividad anticapitalista pasó a otra forma de lucha por las reivindicaciones de siempre sobre los contenidos sociales y económicos, porque hubo que continuar luchando por ellos dado que las viejas estructuras empresariales del franquismo eran las mismas, que siguen estando intactas a día de hoy. Mejor digamos que han sido mejoradas en tantos años de transición, dado que todas las Empresas estatales del INI, (Instituto Nacional de Industria) fueron vendidas, a precio de saldo, al capital privado. Uno de los mayores ejecutores de esta venta fue Felipe González en sus años de gobierno, dejando a España sin apenas recursos públicos empresariales al amparo de una Constitución Monárquica Liberal que, bajo el epígrafe democrático, nuestro país tiene una herramienta para que su articulado no se cumpla y, el capitalismo español e internacional, sigan obteniendo beneficios mil millonarios, como vemos en sus cuentas de resultados anuales. ¡¡Vivan las Caenas!!
Por eso, la “democracia” liberal-capitalista es defendida con uñas y dientes por los de siempre, tanto en el franquismo como en “democracia”.
No, esta no es la Democracia (Poder del Pueblo) por los que miles de nosotros fuimos perseguidos y encarcelados, acusados y juzgados por Rebelión Militar en el franquismo, ¡qué paradoja!.
Para que la Democracia sea, ha de ser participativa, creando para ello Entes de Control Democrático por parte de la ciudadanía para el seguimiento del cumplimiento programático electoral del Partido que llega al poder, porque la oposición política en el Congreso no llega a calar en el pueblo como si éste tiene cauces de control más cercanos. (Esto es lo que opino después de sesenta años luchando por los derechos de igualdad y justicia, para mi pueblo, y haber vivido gobiernos de derechas y socialdemócratas, que ambos, defienden la continuidad del sistema capitalista.)
Desde el inicio de la actual Constitución Española se incumple el articulado del TÍTULO VIII, Economía y Hacienda, en perjuicio directo de los y las trabajadoras en nuestro país. Sólo hay una excepción, el pleno cumplimiento del TÍTULO II.- De la Corona, que se cumple al pie de la letra, de forma responsable por los Partidos de turno, sobre la irresponsabilidad del titular y donde, además, está incluido el Testamento de Herederos, Derechos elaborados sin un plebiscito democrático para haber definido si el pueblo español quería Monarquía o República.
Alfonso Romero