El diccionario María Moliner define la palabra «Contubernio», en una de sus acepciones, como : “alianza de personas o asociación de intereses, ambiciones, etc.”
Escribir para continuar en la denuncia permanente por la deriva de la vida del Planeta, el único lugar que tenemos para vivir, contra el Capitalismo salvaje, resulta ocioso, por repetitivo, y poco eficaz para nuestros intereses como clase trabajadora, hay que tomar otras medidas e iniciativas, antes de que sea demasiado tarde, porque o se toma conciencia de lo que se nos viene encima, o nuestro Planeta colapsa.
La gravedad de lo que está sucediendo con el cambio climático va in crescendo, todo provocado por la ciega ambición por la acumulación de riqueza y poder sin freno de esos pocos seres deshumanizados que acaban de reunirse en una pequeña habitación superblindada en Davos. Seres deshumanizados e irresponsables, que con la mayor hipocresía y desvergüenza no se dan por aludidos por lo que ya han provocado.
En Davos (Suiza), como todos los años, se han reunido lo que llaman “El Foro Económico Mundial”, una Organización no gubernamental, con Sede en Cologny (Suiza). Se reúnen los principales líderes empresariales y los líderes políticos internacionales a efectos de analizar los problemas más apremiantes que afronta el mundo, entre ellos, la Salud y el Medioambiente desde 1971.
La realidad, a la vista de cómo estamos, perversa y criminal evidencia que el Planeta, con una producción salvaje de productos y contaminación descontrolada, lo están agravando progresivamente de año en año, a pesar de que el mundo Científico lo lleva denunciando hace décadas, están tan ciegos en obtener beneficios, que lo de la Salud y el Medioambiente no está en su análisis. Lo de 1971 era la tapadera.
Hay que decir basta ya a estos superpoderes económico-políticos mundiales que han “jibarizado” el mundo económico para dominar al resto de la humanidad llevándonos en una dirección suicida hacia un futuro incierto. Han conseguido una dinámica social, sin que nadie los pueda frenar, con una fórmula sencilla; MÁS = A MAS. Es decir, más millonarios en riquezas es igual a más millonarios en pobrezas.
Es clamar en el desierto recordar una y otra vez el Art. 128. 1.- y 2.- de esta Constitución (que no es la mía porque no se cumple) que dice: 1.- Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general. El punto 2.-, sugiero su lectura por no aburrir.
Esta “subordinación” de la riqueza al interés general solo queda en una declaración de intenciones, como el resto del articulado, pues no lo mandata como Ley a cumplir, pero con la salvedad de que las Derechas la defienden sólo en defensa de sus intereses y, las izquierdas, permanecemos con los brazos caídos para defender todo el articulado de la misma, y sobre todo en lo que afecta a lo económico y social.
Pedro Sánchez ha dicho que “hoy los españoles saben que las políticas neoliberales no funcionan” que hay conjugar el crecimiento económico con la competitividad, con la sostenibilidad medioambiental y la prosperidad para todos como defiende el socialismo democrático”
Suena bien, Presidente, pero falta concretar cómo se hace, porque la prosperidad para todos no la llegaremos a conocer jamás con la conjugación “crecimiento con competitividad”, esa fórmula ya la conocemos, es puro capitalismo, al que la socialdemocracia sigue defendiendo. Felipe González dijo en su día que el Capitalismo era el sistema menos malo que conocía y, hasta hoy, nadie le ha desmentido, salvo los trabajadores.
Recordar que los liberales diseñan políticas que no funcionan, lo sabemos de toda la vida, porque los y las trabajadoras del campo y de la ciudad las hemos sufrido, las sufrimos y las seguiremos sufriendo y las socialdemócratas también, porque la prosperidad para todos, hasta ahora, sabemos quienes las disfrutan.
No habrá prosperidad para todos mientras se mantenga el mantra de aumentar “la productividad y la competitividad», entre otras cosas, porque esos conceptos son las piezas más importantes de la “clave de bóveda” del Capital, más los bajos salarios.
Los trabajadores y las trabajadoras, desde sus sindicatos, de acuerdo con los partidos políticos que defienden a los trabajadores, debieran tener una posición y una actitud más en consonancia con el futuro que ya tenemos, somos el país de Europa que más pobreza infantil tiene, y eso es de grave responsabilidad de todos, pero que los afectados son únicamente la clase trabajadora.
Al renunciar los sindicatos a llevar en sus programas planteamientos políticos transformadores hacia una sociedad mas justa e igualitaria se han quedado reducidos a ser gestores de reivindicaciones sobre el trabajo, siendo que, en la Declaración de Principios, algún sindicato, hable de cambio de sociedad.
En tanto que las clases trabajadoras permanezcan de brazos caídos, el neoesclavismo, junto al fascismo, seguirá avanzando a sus anchas, ayudándose de gobiernos dóciles, de los avances de la Ciencia, con la mentira como principio y con el dinero suficiente para pagar voceros de tertulias, prensa y televisión para difundir la desinformación programada.
Si la Constitución no se hace cumplir en toda su integridad y, si además, tiene supeditaciones a las Directrices Comunitarias, francamente, las trabajadoras y los trabajadores estamos jodidos.
Alfonso Romero