Manuel continua su infatigable e irremediable lucha contra poderes varios que le impiden descansar en su propia casa. Manuel es vecino de Alcobendas y lleva dos años librando una batalla que parece imposible: poder descansar en su propio hogar.
El sábado 12 de marzo a las 12,00h en la Plaza del Pueblo de Alcobendas hay una cita para defender un derecho básico: «el derecho a un descanso digno».
Ni el Ayuntamiento de Alcobendas, ni los dueños del Supermercado DIA de la Calle Marquesa Viuda de Aldama, ni el propietario del local, Christian Colón de Carbajal, hijo del extesorero del Rey emérito, hacen nada para impedir que el ruido insoportable de una maquinaria obsoleta se cuele de manera permanente en casa de Manuel Linares, provocando daños serios a su salud física y mental.
Más de dos años de sufrimiento, búsqueda de soluciones, llamadas a la policía, mediciones… y aún se está a la espera de juicio. Después de meses de espera, el juicio previsto para el mes de febrero ha sido retrasado a septiembre por una nueva triquiñuela de los responsables del Supermercado.
Ni los máximos responsables políticos del Ayuntamiento de Alcobendas de la anterior legislatura (PP), ni los de esta (PSOE y Ciudadanos) han tomado cartas en el asunto. El derecho al descanso en el propio hogar ha sucumbido frente al derecho a la actividad económica en Alcobendas.
Manuel es un hombre tranquilo, comprensivo y cargado de paciencia que a lo largo de estos casi dos años y medio ha removido Roma con Santiago para demostrar una realidad incuestionable: el ruido constante dentro de su casa proveniente de un supermercado ubicado debajo de su vivienda. El ruido se cuela a todas horas pero la noche, ese momento en el que se acentúan dolores, sonidos y desvelos, se convierte en un tiempo insoportable. Tener que dormir, descansar, para poder ir a trabajar y hacer frente a los gastos de una vivienda en la que vivir se ha convertido en un suplicio.
Más de dos años intentando conciliar el sueño con tapones en los oídos, ventanas abiertas que amortigüen las vibraciones y el sonido constante, pastillas para dormir, trastornos psíquicos, secuelas físicas, bajas médicas y solicitud de alta porque en casa es imposible curarse.
Manuel solo quiere poder vivir y descansar con su pareja en su casa, como cualquier hijo de vecino. La solución tiene que ser posible, el nivel de desarrollo tecnológico hace increíble e impensable que no exista una resolución sencilla y favorable a quienes sufren este terrible perjuicio.
Solo la falta de voluntad política y los intereses económicos de la propiedad y el supermercado mantienen una situación que atenta contra el derecho a la salud y al descanso digno de las personas.
El sábado 12 de marzo de 2022 Manuel y sus vecinos vuelven a trasladar a la calle, a la gente, la necesidad de reclamar el «Derecho a un descanso digno». A las 12h saldrá la manifestación de la Plaza del Pueblo de Alcobendas para terminar en torno a las 13 h en la plaza Felipe Álvarez Gadea de Alcobendas, junto a la Iglesia de San Pedro.