No es ocioso estar recordando, con la frecuencia con que se suceden los acontecimientos políticos y económicos, analizar palabras, gestos y actuaciones que están sucediendo en éstos días.
Nuestro presidente del Gobierno ha comentado en TV, refiriéndose a Unidas Podemos, en un tono cuasi despectivo o peyorativo “la Izquierda que nacionaliza” refiriéndose a las empresas concesionarias eléctricas.
La expresión define perfectamente las dos “almas” que conforman la coalición de gobierno, a la que hay que seguir apoyando con todas nuestras fuerzas, para que sea la primera coalición de una larga serie, con distintas variables, pero que además ya va siendo hora de unificar políticas y programas y acabar de una vez con éste sinsentido partidista en la izquierda, porque es necesario para conseguir avanzar en una sociedad más justa, porque si perdemos unas nuevas elecciones será volver atrás con la derecha radical muchos años más. Volveríamos a entrar una vez más en la caverna que ya conocemos.
Hablemos, una vez mas, de lo que supone nacionalizar o privatizar áreas de la Economía, la Sanidad, la Educación y de Empresas Estratégicas del país que afectan directamente al bienestar de la mayoría de los ciudadanos, del pueblo en definitiva, y de los pocos que hablan de él o le defienden, salvo cuando llegan los periodos electorales, entonces hasta se cogen a niños en brazos para darles un beso, ¿cabe más demagogia y burla?.
Hay que recordar, tantas veces como haga falta, que se habla con orgullo de nuestra Sanidad Pública, por ejemplo, pero somos conscientes que está nacionalizada, de momento en su mayoría y esperemos que los que cabalgan como los “cuatro jinetes” no lleguen un día al poder, porque desde hace unos años están arrancando trozos a una de las grandes tartas para obtener riqueza privada a costa de su deterioro.
Hay que recordar constantemente que nuestra Escuela Pública también está nacionalizada y tampoco se dice claramente que todo lo que es Público, está nacionalizado, y estaríamos mas orgullosos si no nos la estuvieran desmontando como la Sanidad, sobre esto no caben especulaciones, el gran déficit de profesionales en la Sanidad como en la Educación públicas es un grito desesperado que circunda nuestro planeta, en bucle, pero que la ferocidad del capital y los políticos que lo apoyan y defienden con uñas, dientes y mentiras, ni se inmutan por más que se esté gritando por su salvación.
He aquí una realidad de gran calado para la actuación del Gobierno de coalición, y progresista, para corregir la praxis privatizadora de las Autonomías, incluidas algunas con regencia socialista.
Es público y notorio cómo al Capital y sus lacayos políticos y mediáticos les genera pánico la palabra nacionalizar, saben que con ello, su gran negocio, su gran acumulación de riqueza ,valiéndose de la propiedad pública, de lo que es de todos los españoles, se les va al carajo, los pingües beneficios desaparecen, el Estado recupera esos bienes de propiedad pública, y son la inmensa mayoría de ciudadanos, el pueblo, quienes reciben los beneficios de unos servicios de primera necesidad porque el costo de los mismos se subvenciona con los impuestos de todos, por lo tanto desaparecen esos beneficios privados, obteniéndose dos resultados, mejor calidad asistencial universal y más barata, es decir «a precio de costo».
Por ello, las Eléctricas, por ejemplo, que explotan las instalaciones de producción de energía, que son propiedad del pueblo español, en régimen de concesión administrativa, están haciendo su agosto en unos momentos de gran crisis socioeconómica en nuestro país motivada por el Covid, con muchos millones “llovidos del cielo” se revuelven contra el Gobierno con amenazas por detraerles parte de unos beneficios que no les corresponden, ¿Cuánto nos habríamos ahorrado si en éstos momentos tuviésemos Centrales Eléctricas de propiedad pública?.
Qué decir de la urgente necesidad de una Banca Pública, la actualidad bancaria en España es la consecuencia de un oligopolio por el cual miles de trabajadoras y trabajadores bancarios están en la calle ,una vez más la aplicación de las nuevas tecnologías elimina puestos de trabajo con la consiguiente angustia sobre el futuro de tantos ciudadanos que, muchos por su edad, quedarán en dificultades de supervivencia, mientras, los banqueros, aumentan la presión a la mayoría de sus clientes, que son la clase trabajadora, con propuestas que si no aceptan les será costoso mantener sus cuentas por las cuotas que tendrán que abonar si no domicilian toda su actividad y recursos en dicha cuenta.
Es otro de tantos ejemplos de cómo el capitalismo salvaje es insaciable para obtener beneficios. La Unión Europea autoriza que esto suceda, mientras que en el plano de nacionalizar tiraría para atrás cualquier iniciativa en éste sentido. Pero un Gobierno progresista debería crear los medios necesarios para rebajar el abuso de poder de éstas entidades privadas hasta que las concesiones de explotación finalicen sus plazos.
Es un grave problema que se está dando con la implantación tecnológica a la acumulación de riqueza privada, por lo que las condiciones de vida de los pueblos se deteriora con pasos de gigante. Esta misma tecnología aplicada en la dirección correcta, es decir, dirigida a mejorar el nivel de vida de la ciudadanía, permitiría trabajar menos horas, trabajar todos, producir más y mejor y cambiar radicalmente la vida de los ciudadanos.
Por todo ello necesitamos que el pueblo, todas y todos los trabajadores, dispongamos de lo que es nuestro, nuestra Banca Pública, que ha sido vendida y, además, las deudas que contrajo se pagaron con dinero público que no ha sido devuelto. Con una banca pública no estaríamos sometidos a las condiciones que la privada nos impone a su libre albedrío o con el consentimiento de Bruselas, nos imponen tener tarjetas, hacer un mínimo de compras al mes, si no te cobran un interés, nos cobran por tener una cuenta abierta, nos quitaron hasta los miserables intereses que hace años nos daban, nos cobran por los movimientos y tendremos que aprender a operar con nuestros móviles para la mayoría de las gestiones, tendremos que hacer el trabajo de los que han despedido y seguirán despidiendo. La Banca privada aumenta así sus beneficios de explotación siendo nosotros los explotados, es un abuso y una infamia más del Capitalismo.
Las gentes progresistas tenemos y debemos hacer un esfuerzo más para dar a conocer las ventajas y beneficios para la comunidad de ciudadanas y ciudadanos que es una necesidad de primer orden que el Estado vuelva a disponer de medios estratégicos mínimos que, además, son de propiedad pública y que fueron y han sido cedidos en Concesión a las Empresas privadas para su mayor beneficio.
La pregunta es: Si las Concesiones de los bienes de dominio público para ser administrados y explotados por la Empresa privada, siendo esenciales para el pueblo y, de paso, cumplir con la Constitución, cumplen con el principio de buena gestión y con ello dar los mejores precios del mercado por razón de la legítima competencia, o por contra se ha producido un Oligopolio con el cual el concepto de “la competencia” ha desaparecido y por ende dichas concesiones estatales se han convertido en grandes bolsas de beneficios privados en detrimento de todos los copropietarios, que somos los ciudadanos, de esos bienes públicos.
Hoy estamos viendo con las Eléctricas como, de forma salvaje y sin miramientos con el costo de la Energía, están metiendo sus sucias manos en nuestros bolsillos y llevando a nuestro país a una crisis peligrosa que se suma a la del Covid. Es lamentable que, en éstos momentos de grave crisis por el precio de la energía, y para la subida del salario mínimo, no tengamos sesenta diputados de UP en el hemiciclo, otro gayo nos cantara.
Si, no debemos permanecer impasibles, cuando hablamos de progreso, de ser progresistas, tiene que ser mirando a nuestros convecinos, a nuestras gentes, a nuestro pueblo, y explicarles que los que vociferan contra los “progres” son los que están al servicio del Capital y más de uno es empresario y diputado, son los que no van al desempleo, ni tienen contratos basura ni temporales, que disponen de un alto nivel adquisitivo, los que defraudan a la Hacienda Pública, los corruptores, los que poseen viviendas confortables, los que sacan el dinero del beneficio extraído de esas concesiones a paraísos fiscales.
Si, hay que recuperar áreas estratégicas, en manos obscenas, para poder elevar la calidad de vida, acabar con las colas del hambre, los desahucios, los marginados, para abrir el futuro a nuestra juventud que carece del mismo.
Necesitamos crear un Sistema económico mixto, público y privado, para que la competencia se pueda dar en su pureza, solamente con una Banca pública se abrirían puertas en la Economía hoy desconocidas para poder realizar una economía social y poder competir con la economía privada del oligopolio, porque la realidad que vivimos es que se da la dualidad de Gobiernos, uno político y el otro económico, y así nos va a los ciudadanos. Creo no estar equivocado y, en todo caso pido disculpas, si me reitero, en que es muy necesario que se cree la conciencia de que el Estado no tiene afán de lucro, tres ejemplos; la Universidad, la Sanidad y la Escuela Públicas.
Y ahora unos ejemplos del “top ten” de siete concesionarias españolas; La Constructora que preside Florentino Pérez es el líder mundial de las concesiones en el mundo, según el ranking de la Revista especializada ”PUBLIC WORKS FINANCING” con 60 concesiones, ACS supera a GLOVALVIA, que tiene 45, a ABERTIS con 40, y a FERROVIAL que cuenta con 38 (Expansión.com). Ejemplo de gobierno económico y para rematar Empresas Multinacionales que dominan el mundo por la sigla GAFAM, son Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft, son la consecuencia que nos ha deparado la Globalización: Es la acumulación del poder económico, enormes Oligopolios y en paralelo la depauperación de millones de seres humanos junto al principio de la muerte de nuestro Planeta.
Alfonso Romero