Un concejal de festejos que en el nombre de la libertad (la suya, claro) bombardea las redes sociales para que la Comunidad de Madrid permita que en Sanse haya encierros. Unas fiestas tradicionales que este año el Gobierno municipal ha decido que no se llamen fiestas. Mejor «Semana del Cristo de Los Remedios», semana cultural, lúdica, deportiva. Pero de fiestas no. Una carta en la web municipal que pone los pelos de punta cuando se percibe el empeño del Sr. Martín Perdiguero, Vicealcalde, para que se pueda ejercer la libertad en Sanse, eso sí, una poquita de libertad: la de disfrutar de los encierros.
Una carta que habla de indolencia, de silencios ante la insistencia, de frustración, de sueños, de arrogancia, de despotismo, de tratamiento vejatorio, de negligencia, de ineficacia,… pero no la propia, si no la de otros.
Una extensa carta que está dirigida a 4500 personas. Las que dicen haberse inscrito en los encierros. ¿Acaso no hay nada que decir a los 87.000 habitantes restantes de la ciudad?
Rascando un poco en torno a este asunto vemos como en un presunto intento de velar por la seguridad ciudadana de la localidad se anuncia por parte del Gobierno municipal que se prohíbe el consumo de alcohol en la vía publica en la semana de fiestas, perdón de fiestas no, «Semana del Cristo de los Remedios» y que se velará por el estricto cumplimiento de la Ley, anunciando multas si no se cumple. Pero la Ley dice que en fiestas patronales no está prohibido el consumo de alcohol en la vía pública, permitiendo habilitar determinadas zonas para ello (Ley 5/2002, de 27 de junio, sobre Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos, artículo 30).
Seguimos rascando y nos encontramos con el anuncio de la suspensión del Mercadillo del 25 de agosto al 1 de septiembre. En él se recoge el artículo 26 apartado 1 de la Ordenanza Municipal de Venta Ambulante o No Sedentaria, referido a que “durante las fiestas en Honor del Santísimo Cristo de los Remedios se suspende la celebración del mercadillo”, pero como este año no se llaman fiestas, se soluciona añadiendo: ”este año la celebración corresponde a la Semana social, cultural y deportiva en honor del Stmo Cristo de los Remedios”.
En la mencionada carta se explica cómo “muchas familias podrían encauzar su quebrada situación económica con la llegada de los encierros”. De las familias que tienen sus puestos en el Mercadillo cada miércoles no hemos encontrado nada. Ni siquiera un estudio donde se valore la posibilidad de ubicarlo en otro espacio durante la Semana “como se llame”.
Y para rematar, nos dicen que por seguridad ante el Covid van a cobrar entradas en los conciertos del Anfiteatro. En la Plaza de la Constitución y en la Caseta Municipal no. Entonces ¿Acaso no van a ser seguros ante el Covid los espacios gratuitos?
Un situación rocambolesca donde parece que nos quieren vender una moto que muchas personas no estamos dispuestas a comprar.