La Vigilia por la Paz celebrada ayer en la Plaza del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes, en apoyo del pueblo palestino, tras lo cruentos bombardeos israelíes, concluyó con un grito de cinco minutos de silencio, precedido de la lectura del comunicado de la Asociación Pablo de la Torriente Brau que reproducimos íntegramente a continuación.
«Queridas amigas, queridos amigos, hoy nos hemos concentrado aquí para condenar la última agresión cometida por el estado sionista de Israel contra el pueblo palestino.
Emplear aviones, artillería pesada, y carros de combate contra la población civil es un acto bárbaro e inhumano que no tiene justificación alguna. Hasta el momento han matado a más de 250 personas, entre ellas decenas de menores y herido a una dos mil. A esto hay que sumar los importantes daños producidos en al menos 17 hospitales y clínicas, incluida la única instalación en Gaza donde se realizan pruebas de diagnóstico de la COVID-19; las escuelas destruidas; los cientos de miles de habitantes que se han quedado sin servicio de agua potable.
Un edificio de gran altura que albergaba a diversos medios de comunicación como la agencia de noticias AssociatedPress fue reducido a escombros. Pensemos por un momento cuántos telediarios habrían abierto sus emisiones con esta noticia de haberse producido en otro país.
Toda esta destrucción sin sentido está siendo tolerada por la llamada comunidad internacional a veces de forma clara, a veces de forma vergonzante con el falaz argumento de que hay un conflicto entre dos partes enfrentadas como si se tratase de dos iguales.
Nos intentan ocultar que desde 1948 y, de forma acelerada desde 1967, ha habido una constante ocupación de los territorios palestinos expulsando a las personas que los habitaban durante siglos para instalar a las que procedentes de otros lugares se atribuían un derecho de ocupación. Se ha llegado a acuerdos que Israel ha incumplido por la vía de los hechos consumados de forma sistemática mientras no dejaba de avanzar hacia el viejo proyecto sionista de colonización. El estado de Israel busca que ante las atrocidades constantes, el pueblo palestino ceda y permita la ocupación de toda Cisjordania y Jerusalén.
Ante los argumentos de que también hay ataques por parte palestina, simplemente voy a repetir las palabras que pronunció durante un emotivo discurso en el hemiciclo de la Cámara de Representantes de Estados Unidos la única estadounidense de origen palestino en el Congreso, la congresista demócrata de Detroit Rashida Tlaib: “Les recuerdo a mis colegas que los palestinos realmente existimos, somos humanos, tenemos sueños. Somos madres, hijas, nietas. Buscamos justicia y no pedimos disculpas por luchar contra la opresión en todas sus formas”.
Porque no puede haber paz sin justicia, y el camino de esa justicia únicamente se iniciará con la desocupación de los Territorios Palestinos Ocupados.
Hoy estamos aquí en solidaridad con los que sufren la barbarie al servicio de los intereses sionistas, pero esa misma barbarie se produce contra el pueblo saharaui, contra la población colombiana o contra el pueblo cubano al que con el criminal embargo se le niegan los productos más imprescindibles.
Amigos y amigas, yo creo que junto con los motivos altruistas para estar aquí, también los hay egoístas porque en cualquier lugar del mundo, cuando el sistema lo considera necesario para defender sus intereses rápidamente encuentra justificación para la barbarie. No estamos libres de la amenaza.
Por todo ello desde aquí exigimos a Naciones Unidas, a la Unión Europea y al Gobierno de España que de acuerdo con el derecho internacional impongan las sanciones necesarias al estado de Israel en tanto no decida respetar los derechos humanos del pueblo palestino, siendo el principal el derecho a la tierra.
Para terminar, vamos a mantener nuestras velas encendidas y durante cinco minutos estallemos en un estruendoso grito de silencio.
VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO PALESTINO»