Nos jugamos mucho…

Manida frase repetida hasta la saciedad en todas las campañas electorales de todo el mundo mal llamado democrático. El idioma cambia pero el concepto es el mismo. ¿Quién se juega mucho?
 
Iremos despacio, de menos a más.
Quien nada tiene, nada pierde. Sólo su vida como propiedad. Según su edad, conocimiento y experiencia tomará las pautas del camino. Aún sin saber quién fue Ortega, se verá obligado a tomar decisiones aunque no quiera hacerlo pero tendrá que tomarlas.
 
Todo individuo marcado por la necesidad obedecerá decisiones impuestas por otros. No es libre ni se siente libre. En el Mercado Global es la Patronal la que pone condiciones en base a sus intereses. Sólo los gladiadores del Nuevo Circo Romano tienen acceso a comprar su parcela de confort. El resto nos conformamos con mirar desde el sofá, envidiando al gladiador, que muchas veces no tiene oficio ni beneficio, la vida anodina que nos imponen.
¡Son cosas que pasan en la vida!.
 
A la hora de decidir es necesario saber en qué orilla se está. Me recuerda a Julio Anguita, siendo tan actual como ayer. ¿Qué se recordará de la tormentosa historia de José Bono? ¿El parentesco con el tonadillero de Jaén, que sigue siendo Aquél y continúa dando conciertos en el Madrid de Díaz Ayuso?.
Si don Enrique Tierno levantara la cabeza…
 
Los que no tenemos nada que perder no tenemos nada que temer. Tenemos que saber cambiar lo cotidiano sin imposiciones. Hacer valer lo Público, que es de todos y de todos es obligación cuidarlo y defenderlo.
 
¿Tienen claro ya quiénes hacen negocio con la Alimentación, la Educación, la Justicia, la Sanidad, la Seguridad y el Transporte Colectivo, el Trabajo, la Vivienda y las Funerarias también?
 

Ni la Vida ni la Muerte deben ser negocio para nadie.

 
Pedro Mayor