¿Qué habría sido de la escena española si hubiera vuelto a la farándula el ínclito y vertiginoso actor valenciano Antonio Cantó García del Moral?.
Desde el más allá, las voces profundas de María Guerrero, Francisco Rabal, José Isbert, José Bódalo, José María Rodero o Fernando Fernán Gómez, enviarían a este «sinsustancia» a trabajar de modelo de alta gama. Amparo Baró debió descolocarse tras sacudirle pescozones a mansalva en aquella serie ya olvidada por muchos, Siete Vidas.
Y pasó lo que pasó…
Gracias al partido del Ibex 35, Ciudadanos, se acomodó en la primera línea política desde 2015 hasta que ayer se filtrara su fichaje en el PP madrileño.
Su paso por UPyD de Rosa Díez, en 2008, le llevó al Parlamento por primera vez. Desde entonces ha decidido vivir del cuento sin importar la sigla donde se le incluya.
Su carrera como actor continúa desde hoy junto a Díaz Ayuso, aunque la presidenta no confirma ni desmiente, y la obra que llevan ensayando, que incluye una versión de «Todo por la Pasta», será «Atraco Premeditado a la Comunidad de Madrid», donde su papel estará supeditado al capricho de algún amigo potentado de Isabel o de Florentino.
Como objeto pintoresco le usarán para presentar el primer partido oficial del Club de fútbol global de Madrid, en el nuevo Coliseo mediático de la Castellana.
Allí, dueño del escenario, cual prima donna de la Escala de Milán…
¡Qué suerte tiene la Escena española con su ausencia!
Pedro Mayor