Es intolerable el silencio de ciertos Medios de Comunicación, Partidos Políticos y Entidades Oficiales que, durante tantos años, se hayan silenciado las actividades reprochables del ciudadano Juan Carlos I como Jefe del Estado Español. Su hijo, heredero del mismo Cargo, se ha despachado con un discurso a ras de suelo.
¿Porqué el Poder Judicial, Hacienda y el Congreso de los Diputados, donde emana el Poder del Pueblo, permanecen en estado de hibernación? Como ciudadano y como expreso político del franquismo, que luché por la Democracia, por la Justicia Social y contra la Dictadura Corrupta, tenemos que estar avergonzados de lo que está pasando en nuestro país.
No queda otra que el advenimiento de la Tercera República Democrática y la consiguiente limpieza de tanta ignominia y dejar la casa limpia y ordenada porque sigue pendiente desde la «transición».