Carteles en los escaparates de sus negocios gritan S.O.S. “Cierran la calle y mueren los comercios” aseguran. “No aguantamos más”, “¿Al cerrar la Real iban incluidos nuestros negocios? Apelan al “Alcalde y al Vicealcalde a que se den un paseíto por la Real y les pregunten por esta chapuza”.
Meses lleva cerrado un tramo de la Calle Real de San Sebastián de los Reyes para que dos o tres negocios de hostelería dispongan de la vía pública para habilitar terrazas. La pandemia lo ha trastocado todo.
Fue el 15 de mayo cuando el gobierno local de PSOE y Ciudadanos, decidió “peatonalizar temporalmente” tramos en once calles del municipio, entre ellas la calle Real, a fin de garantizar el distanciamiento social para facilitar el paseo y el deporte, así lo sostuvo Andrés García Caro, concejal de Movilidad.
Esto supuso y supone que el autobús ya no pasa por la vía principal del centro de Sanse, no puede, la Calle Real está cortada. Los vecinos y vecinas deben trasladarse a la Avenida de Europa para poder acceder al autobús, o bajar la calle Real hasta casi la confluencia con la Avenida de España para encontrar la marquesina de la calle Sacramento. Todo esto en un barrio densamente poblado y de un alto porcentaje de vecinos de edad avanzada. Siete líneas de autobús han sido afectadas (4, 5, 152C, 156, 161, 171, N102).
Más allá de la hostelería, otros comercios de la zona, ferreterías, floristerías, corseterías… han visto como el cierre de la calle al tráfico de vehículos, lo ha sido también al de personas. La calle se ha vaciado y sus negocios también. Lo que esperaban fuera una medida circunstancial ven como se consolida, al tiempo que la debacle económica de sus establecimientos, sus familias y empleados.
Nadie les ha consultado, el gobierno que adoptó la medida ni tan siquiera se ha acercado a preguntarles como les va, como les afecta, no saben cuanto tiempo más durará este cierre ni cuanto más podrán aguantar con sus negocios abiertos pero vacíos. Estos pequeños comercios han decidido utilizar sus escaparates para lanzar un grito de socorro: “SOS. Cierran la calle y mueren los comercios”. Quieren ver pasear por la calle cerrada al Alcalde, Narciso Romero, y al Vicealcalde, Miguel Ángel Martín Perdiguero, para que les pregunten por las consecuencias de lo que consideran “una chapuza”.