Cuando pensamos en fortaleza, una de las imágenes que nos viene a la cabeza es la de los Elefantes. En el mundo oriental, estos animales son venerados por su fuerza, inteligencia, memoria, aguante y lealtad familiar. De dicha admiración les viene su fama de traer la buena suerte.
Frente a la adversidad de nuestro presente y los difíciles retos que nos depara el futuro, debemos ser fuertes como los elefantes. Tener como ellos, buena memoria para no olvidar lo aprendido en estos días, que al igual que a estos animales, nos ha curtido la piel para aguantar todos los embates que sobrevengan. Pero también, para asumir los nuevos desafíos con un sentimiento de unidad y lealtad.
Frente a la adversidad debemos de ser como el grano de café en agua hirviendo, que no se deja ablandar ni endurecer. Y en cambio, la convierte y transforma en una rica infusión.
¡Con suerte, siendo fuertes!
Lugue&Linn